Los tripulantes de un barco camaronero le lanzaron una andanada de insultos a Manuel Delgado.
Sucedió el lunes por la noche cuando Manuel, sus hijos y otros pescadores estaban en dos pangas “a un pomo de gasolina” capturando corvinas. La noche no solo dejó en Manuel los insultos sino también una pérdida de 400 dólares porque el barco camaronero destruyó parte del espinel (aparejo con anzuelos). En el barrio Santa María, afuera del portal de su casa, Manuel y sus hijos arreglan el nuevo espinel. “Tuvimos que prestar 250 dólares para los nuevos materiales” dijo Emilio. Las voces de los que se encontraban en el portal se unieron en contra de los barcos camaroneros porque dicen que han venido desde hace medio año de Esmeraldas a pescar a las costas de Manabí afectando a los pescadores artesanales. La decisión del gobierno Los propietarios de los 143 barcos de arrastre o camaroneros que hay en el país deberán abandonar esa actividad de forma paulatina o cambiar sus mecanismos de captura. En las redes de arrastre quedan atrapadas otras 217 especies de peces de pesca blanca, según un estudio de la Subsecretaría de Pesca. Y esa es la razón principal por la se deben abandonar ese tipo de pesca, estableció el Gobierno.