Para los moradores de la parroquia Picoazá, el cementerio de ese lugar no presta las medidas de seguridad para sus visitantes, ya que según ellos a diario se cometen asaltos y robos, e incluso hasta violaciones.
María Pin es una moradora de esta parroquia, quien comenta que el cementerio por las noches es bastante inseguro, ya que muchas de las luminarias se encuentran dañadas lo que hace que este sea un lugar favorito para los amigos de lo ajeno.
Al igual que Pin, Nicolás Alarcón, otro habitante, manifiesta que el cementerio de Picoazá es bastante peligroso, ya que no cuenta con un cerramiento ni con las luminarias suficientes para dar seguridad a quienes lo visitan.
Pero ese criterio no es compartido por Shuver Hernández, quien llega dos veces por semana al cementerio y dice que hasta ahora no le ha pasado nada. “Para mi criterio el cementerio de esta parroquia no es tan inseguro como se lo quiere catalogar”, expresó.
La otra cara de la moneda es el cementerio general de Portoviejo, ya que ha sido regenerado y con eso ha disminuido la delincuencia en ese sector, según varias versiones de las personas que caminan por el lugar.
Lizardo Hernández, trabajador del cementerio, indica que la delincuencia en ese sector ha disminuido en un 90 por ciento, ya que ahora hay guardias de seguridad en el mismo, PAI de policía, mejor iluminación, lo que hace que los asaltos y robos hayan disminuido.
Además se informó que se ubicaran varias luminarias para evitar asaltos.