"Nos vamos de aquí muy satisfechos y muy contentos", declaró el chileno Insulza al término de un encuentro binacional celebrado en la localidad sureña colombiana de Ipiales, fronteriza con Ecuador.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, y de Ecuador, Fander Falconí, mantuvieron allí la segunda reunión formal que convocan desde marzo de 2008, cuando Quito rompió relaciones con Bogotá.

La ruptura se derivó del bombardeo militar colombiano lanzado el 1 de marzo del año pasado a una base de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las selvas del norte ecuatoriano, acción en la que murió el portavoz internacional de esta guerrilla, "Raúl Reyes", y otras 25 personas.

La cita de Ipiales ha marcado un hito, un camino que "estamos seguros que estos dos queridos países hermanos y miembros de nuestra organización van a cumplir con rapidez y con eficacia", consideró el secretario general de la OEA tras reconocer que Bogotá y Quito han puesto buena voluntad e interés en estos acercamientos.

Insulza agradeció a los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Ecuador, Rafael Correa, "el paso tan importante que han dado para 'mandatar' a sus cancilleres a llevar adelante un proceso que culmine con la normalización de relaciones entre estos países hermanos".

Bermúdez y Falconí activaron en Ipiales las tres comisiones de trabajo que habían consensuado en su primer encuentro formal, celebrado el pasado 24 de septiembre en Nueva York, y también acordaron que la OEA y el Centro Carter ejerzan un papel de facilitación en este proceso de restablecimiento de relaciones.

"Hay un ánimo de trabajo muy grande, un gran entusiasmo por llevar las cosas adelante, y eso es estimulante y eso es lo principal", expresó Insulza, que desde hace varios meses ha animado a las partes para que normalicen sus nexos diplomáticos.