El presidente de EE.UU., Barack Obama, se declaró "sorprendido y honrado" por la concesión del premio Nobel de la Paz a su persona.
En una intervención en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama aseguró que acepta el premio como "un llamamiento a la acción" para resolver los problemas mundiales, entre los que enumeró la lucha contra el cambio climático y el conflicto israelo-palestino.