Con el paro, que según informaron los líderes indígenas continuará hasta que las autoridades se sienten a dialogar, las comunidades pretenden medir fuerzas con el Gobierno en diferentes provincias del país pero, hasta el momento, han obtenido poca repercusión.

La policía estuvo alerta ante cualquier incidente y mediante el diálogo consiguió desmantelar las barricadas fabricadas con neumáticos, troncos de árboles y piedras que algunos grupos habían colocado en las vías para dificultar el paso.

Los medios locales coincidieron en resaltar el carácter pacífico de las protestas que se sucedieron en provincias del norte, centro y sur del país como Imbabura, Chimborazo, Cotopaxi, Pichincha, Azuay, Bolívar y Pastaza.

En algunos casos los indígenas fueron apoyados por grupos de maestros de la Unión Nacional de Educadores (UNE) que desde hace dos semanas secundan una huelga de la educación en protesta por reformas a la legislación sobre Carrera Docente que llevó a cabo el Gobierno.

Pese al poco apoyo que desde esta madrugada ha tenido la convocatoria de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), los dirigentes coincidieron en indicar que hoy es sólo el comienzo y que prevén que la medida de fuerza se incremente paulatinamente con el paso de las horas.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó el paro como un "completo fracaso" de las organizaciones indígenas que, a su criterio, "están engañando a la gente".

"Empieza la ley diciendo que no se puede privatizar el agua y le están diciendo a la gente que se va a privatizar. La ley reconoce el manejo estatal, público y comunitario del agua, no privado, y andan diciendo que se van a eliminar las juntas" comunitarias de riego, protestó el mandatario en una entrevista con los medios.

Correa llamó al diálogo y a "la unidad", pero resaltó que "la única manera" para no negociar con los líderes indígenas "es una medida de hecho".

"Nosotros con el diálogo todo, con la fuerza, nada", agregó.

Humberto Cholango, integrante de la dirigencia de la Conaie, rechazó que la movilización sea un fracaso y afirmó que "hasta estos momentos va aumentando de manera progresiva en todo el país".

Precisó que, según la región, las comunidades han optado por convocar marchas, realizar cortes de vías, asambleas u otras formas de protesta.

Coincidió con el mandatario en la necesidad de construir "un diálogo" y aseguró que los indígenas "siempre" están "dispuestos a dialogar".

"Nosotros no queremos desestabilizar la democracia, lo que queremos es que se redistribuyan las aguas de manera equitativa y que conste en el texto legal que se está elaborando en estos momentos", añadió.

No obstante, la Conaie, a través de un comunicado, se lamentó por lo que considera "los intentos del régimen" de "desprestigiar la legítima movilización indígena" y acusó al Gobierno de no haber querido dialogar con las comunidades.

"Es el Gobierno el que no ha querido dialogar, el que sólo ha reconocido a empresarios y banqueros como interlocutores", añade el texto.

Asimismo, señala que la movilización inició "de forma exitosa y continua pese a las infundadas afirmaciones" de las autoridades.

"La movilización por la vida, la dignidad y la plurinacionalidad avanza de manera incontenible", reclamó la Conaie, que, además, se ratificó "en los pedidos de las bases y nacionalidades que mantienen el rechazo a las leyes de agua, minería, el código sobre circunscripciones territoriales y el código ambiental", entre otras leyes.

Más de 20.000 policías han sido movilizados para controlar las protestas de indígenas y campesinos que, hasta ahora, no han registrado ningún incidente violento, y que se unen a los paros que estudiantes y maestros secundan contra el Gobierno.