Del Potro fue el único de los aspirantes incipientes a las alturas del circuito que fue capaz de tumbar al número uno del mundo, el suizo Roger Federer. Hace dos años fue el serbio Novak Djokovic, que advertía como futuro dominador del tenis. Un año después, el escocés Andy Murray ocupó el sitio. Ambos salieron malparados de la experiencia. No así, Juan Martín del Potro, que confirmó la progresión que ha evidenciado año tras año. El argentino advierte para el futuro. Es el cinco del mundo. Pero ya amenaza al cuarteto de élite. Ensombrecido ya por el despegue del jugador de Tandil que ganó (3-6, 7-6(5), 4-6, 7-6(4) y 6-2). Sueño cumplido El tenista argentino, en el umbral de los veintiún años que cumplirá el 23 de septiembre, torció su gesto ingenuo y su mirada escondida para descubrir el talante batallador que recorre, de punta a punta su estatura de 1,98 centímetros Los deseos de del Potro se cumplieron en Estados Unidos. Una ilusión que despertó a los 6 años en el Club Independiente de Tandil, el mismo en el que se iniciaron Juan Mónaco y Mariano Zabaleta. Su entrenador en ese entonces era Marcelo Gómez y lo llevó a jugar, con sólo siete años, su primer Nacional en Bragado. Fue el arranque de su despegue. Pronto fue catalogado como la gran promesa del tenis argentino. En el 2005 fue el jugador más joven en terminar entre los 200 mejores del circuito. Un año después, en el más joven de los cien primeros. Así entre los cincuenta en el 2007 y entre el top ten, en el 2008. Federer ganó 925.000 dólares por el subtítulo.