Añadió que la misión de los cancilleres y ministros de Defensa es abordar de forma "más transparente y clara" los puntos que quedaron sin resolver en la cumbre presidencial suramericana de Bariloche (Argentina), el mes pasado. Ello, "buscando que siempre esté presente el mandato de nuestros presidentes", puntualizó, sin especificar más detalles. "La idea es que no vayamos a aplicar una discusión política que ya hubo al más alto nivel. Esta reunión no deja de ser política, pero también tiene elementos técnicos. Podemos tener un procesamiento mucho más certero", dijo. Se refirió a un texto que "ya esta consolidado" tras la reunión del consejo de delegados, que tuvo lugar ayer en el mismo hotel de Quito donde hoy se inició el encuentro ministerial para pulir el documento. El consejo de delegados analizó un texto con cinco ejes: intercambio de información militar, transparencia y gastos de defensa, información y consulta sobre actividades militares en zonas de frontera, consulta y cooperación sobre actividades militares no previstas, y cumplimiento y verificación. En el encuentro de hoy, los ministros tenían previsto tratar las propuestas para el diseño de medidas de fomento de confianza a nivel regional en temas de seguridad, basados en los principios de respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial y no injerencia en los asuntos internos de los Estados. En la cita también se prevé que se aborde el acuerdo entre Washington y Bogotá que permitirá a Estados Unidos usar hasta siete bases militares colombianas, asunto que ha levantado tensiones y preocupación en varios países suramericanos. La reunión de hoy fue acordada por los jefes de Estado de la región en la cumbre extraordinaria de la Unasur que se celebró en agosto en Bariloche.