Ellos son los reyes de este negocio. Cuando el balón rueda, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo atraen las miradas y en la cancha, el '10' de Barça y el '7' del Manchester lo acaparan todo. No hay que descuidarse Si alguien se despista con Leo y Cristiano en el campo, es posible que se pierda un control genial o un remate imposible que acaba en la red. El Barça y el Manchester United se enfrentan hoy en el Olímpico de Roma por el cetro de mejor equipo de Europa, Leo y Cristiano se medirán, en una guerra de egos, para demostrar al mundo quién es el rey del planeta fútbol. Los dos son talento Ambos son talento en estado puro. Los dos parten de una demarcación concreta -Messi desde el extremo diestro y Ronaldo desde cualquiera de las dos bandas- para acabar convirtiendo la táctica en ficción, porque luego, con la libertad que otorga el saberse el mejor de la clase, se sienten como si jugaran en el patio durante el recreo. Messi toma el balón, se lo cose a su pie izquierdo e inicia una carrera vertiginosa. Acelera, pone una marcha más, y vuelve a acelerar hasta que decide que ha dejado a suficientes rivales atrás y que es el momento de dar el último pase o poner a prueba los reflejos del meta contrario. Ronaldo la enseña y luego la esconde, se adorna con una finta, tal vez dos, antes de poner el esférico donde la jugada alcanzará el punto justo de cocción -un centro envenenado, un disparo seco-, todo ello con una endiablada velocidad de ejecución.