Ecuador a lo largo de su historia ha tenido una evolución política importante. La Batalla del Pichincha, llevada a cabo en 1822, selló definitivamente su independencia del yugo español.
Según los textos de historia, luego de la liberación de Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, los deseos de una patria libre aumentaron.
A lo largo de los dos años siguientes hubo dos intentos por la liberación. Ambos culminaron en un fracaso.
La tercera oportunidad para Antonio José de Sucre, quien dirigía las tropas, llegó en enero de 1822, quien decidió luchar junto a otros 1.700 hombres que después, en Saraguro, se transformaron en 3.000 con un apoyo de San Martín.
El 16 de mayo ya estaban en Quito y, Sangolquí fue tomado dos días después.
El gran día
Era la madrugada del 23 de mayo y las tropas marchaban silenciosamente con dirección al Pichincha.
Hallándose ya en el punto estratégico, el panorama era magnífico y causaba asombro a los que por primera vez pisaban este suelo en el cual se iba a celebrar una de las batallas más importantes de la libertad americana.
Después de muchos percances y largas horas de lucha se dio lo esperado. A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados de la libertad en la cima del Pichincha, a más de 3.000 metros de altura, dieron el grito de victoria.
Una fecha de
conmemoración
El 24 de Mayo es considerada una fecha de glorificación, de recordación cívica de los héroes que ofrecieron sus vidas en la batalla. Con la Batalla del Pichincha en las faldas del volcán del mismo nombre, se selló la independencia política del Ecuador que marcó el comienzo de la vida republicana y autónoma.
Se rindieron las
tropas españolas
El 25 de mayo de 1822, Sucre entró con su ejército a la ciudad de Quito, donde aceptó la rendición de todas las tropas españolas establecidas en el territorio que el gobierno de Colombia llamaba "Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de Colombia desde su creación, el 17 de diciembre de 1819.