“Tal molestia, durante las horas del día, es casi perenne en las calles del centro, donde, por la ubicación de las viviendas, en cuya parte baja funcionan diferentes locales comerciales, el ruido de las motos se encierra y que se escucha más fuerte, y ni que decir de lo que pasa en las noches, cuando las familias se encuentran dedicadas al reposo y el silencio es interrumpido de esta forma”, añadió. Se refirió además a que últimamente se ha vuelto común ver a un grupo numeroso de motociclistas, muchos de los cuales hacen acrobacias con sus pequeños vehículos, como alzar la llanta delantera y rodar sólo en la llanta trasera, lo que pone en peligro la vida del conductor y de las demás personas, pues se puede suscitar un accidente. El ciudadano espera que otras personas se sumen a este pedido del control a los motorizados.