La rectora del colegio, Sandra Alarcón, indicó que como resultado de las intensas jornadas se dañaron 20 sillas plásticas, un servicio higiénico, paredes recién pintadas fueron rayadas, se quemó un transformador de energía y la bomba de la cisterna. Además hubo consumo de luz, tuvieron que comprar unas mil fundas plásticas y desinfectantes para limpiar el plantel, y tres tanqueros de agua para volver a abastecerse. También deben reconocer el pago de horas extras a personal de limpieza y guardianía. Según Alarcón, la CNE debe responder por todos estos daños y gastos, así como por el pago de 10 dólares diarios a las estudiantes, ya que hasta ahora apenas les ha sido cancelados dos de los doce días que prestaron sus servicios. Recuperación La rectora agregó que en total se perdieron 11 días de clase, y que para recuperarlos han decidido suspender las vacaciones del primer trimestre, donde se rebajan cinco días. Otros cinco más serán sumados al final del año lectivo y un día será reemplazando suspendiendo alguna actividad extra curricular. "A pesar de todos los problemas que hemos heredado, lo importante es que las estudiantes hayan regresado a las aulas, ahora sólo esperamos que el compromiso de la CNE, de responder por todo, se haga realidad", enfatizó la rectora.