Los planes a corto plazo incluyen incrementar un 33 por ciento los ingresos por turismo internacional en 2010, de los 6.000 millones de dólares que aportó el sector en 2008 hasta 8.000 millones, según Pires, una de las participantes de la IX Cumbre del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), que concluyó ayer en la ciudad brasileña de Florianópolis. Otro objetivo a corto plazo es potenciar los viajes internos de los brasileños, pasando de los 163 millones registrados en 2007 a 217 millones en 2010. Para alcanzar esta última meta contribuirá este año la devaluación del real con respecto al dólar, lo que provocó una caída del 32 por ciento de los viajes de brasileños al exterior hasta marzo de 2009, y un descenso del 6 por ciento en las llegadas aéreas internacionales, en tanto que las domésticas mantuvieron un volumen similar al del primer trimestre del ejercicio precedente. Brasil ya se encuentra entre los 10 primeros destinos que más empleo genera en el sector turístico: en los directos ocupa el quinto lugar y, en los indirectos, el séptimo.