El regreso de Soto y su familia coincidió con el inicio de la alerta sanitraria por el virus de la influenza, que los obligó a pasar gran parte del tiempo en casa, para evitar alguna posibilidad de contagio.
“Gabriel hubiera preferido que Geraldine y Elisa permanecieran en Miami. La preocupación de que alguna de ellas se contagie es grande, y prácticamente permanecen todos recluidos en casa”, reveló un amigo del actor.