La seguridad jurídica que otrora se constituyo en una tutela constitucional, hoy esta en etapa de extinción, la supremacía que ejerce sobre los poderes del estado y sus instituciones el omnímodo mandatario, tiene como causa principal este deterioro de la moral ciudadana, donde la obediencia, la indignidad y el servilismo se han constituido en valores necesarios para ejercer una función pública, con las pocas excepciones, que si las hay, Las discutidas reformas al ordenamiento penal que han alterado en gran medida la tranquilidad ciudadana con el libertinaje que su aplicación a generado, a decir de muchos, pueden tener como fundamento, mas allá de los cambios y dinamia que la sociedad realmente requiere y necesita, verdaderas taras ancestrales en quienes con permanentes resentimientos sociales no ocultos, receptaron esos genes, o en desviados de conductas morales y éticas, ahora en boga, toleradas y evidenciadas, que so pretexto de una revolución ciudadana, promueven sus defectos. I como la tónica o el comportamiento cotidiano es de levantar la mano y aprobar lo que la mayoría proponga, casi siempre de manera general, o de total obediencia cuando viene dispuesto por el Supremo, se calan estos cambios generados por unos pocos que vendrían a ser los “influenciados” que tiene sumida a la sociedad en una verdadera revolución ciudadana, pero con resultados negativos, efectos nocivos y de indiscutibles desequilibrios sociales, en ese aspecto. I es en este caos generado por estos cambios aplicados a conveniencia, donde se dan comportamientos que asustan y en otros casos repugnan, para citar uno, como el que se dio y ocasiono con la temporal orden de libertad dispuesta a favor del ex Ministro Carrión y sus socios que fueron atrapados con las manos en la masa, como se dice en el argot popular y judicial. Resolución sostenida y defendida por un prepotente Magistrado desde todo punto de vista injusta y de discutida aplicación legal. No obstante de que se puede hasta ligeramente creer, que deliberadamente se dio y aprobó parte de las reformas para este caso puntual, pero de ahí, a que el más alto Tribunal de Justicia se preste para que mediante un enunciado leído por su principal, aplauda y respalde esta resolución, aun en este desbarajuste social, resulta un comportamiento inaudito. Sencillamente absurdo. "Revolución ciudadana, pero con resultados negativos"