En la calles Portoviejo y Oswaldo Loor, por el puente Santa Cruz, los habitantes indicaron que llevan más de quince días soportando el mal olor de las aguas putrefactas. El morador Patricio Intriago señaló que el problema se presentó a raíz de que se hicieron obras del plan de agua. En la calle Vicente Macías, por la parte posterior del colegio Olmedo, también se registró otro rebose hace un mes. Allí aún se puede observar el agua servida en la calle. Moradores atribuyen el daño a trabajos del plan de agua que aún se están realizando. En ambos casos se manifestó que se ha notificado a la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo, Emapap, pero se hace poco por solucionar los inconvenientes. El tercer rebose es una historia de todos los años. Se trata de la escuela Paúl Harris en el sector El Guabito, donde el patio se llenó de agua servida. La directora del plantel, Aracely Mieles, hizo un nuevo llamado a las autoridades para buscar una solución. El gerente de la Emapap, Agustín Casanova, mencionó que el problema de la escuela se debe a la mala construcción del sistema. Explicó que se encuentra en declive y eso hace que el agua rebose. Además, reconoció los inconvenientes que genera el plan de agua ya que se abren las calles y se van dañando tuberías de agua potable o sanitarias. Agregó que hasta ahora se han registrado 350 roturas y el 70 por ciento son domiciliarias. Añadió que los reboses también de dan por el pésimo estado de las redes sanitarias, ejemplo de ello, es que los dos sifoneros atienden 10 problemas al día.