Actualizado hace: 930 días 13 horas 46 minutos
Walter Andrade Castro | [email protected]
PAIS sin Correa

En El Telégrafo, diario propiedad del estado, se publicó, creo que al día siguiente de las elecciones, un comentario sobre el futuro de Alianza PAIS. Se decía más o menos que sin Correa, ALIANZA PAIS no es nada, que es sólo un cascarón vacío, extremadamente frágil. Y parece, por los resultados de las elecciones, que lo dicho sea una verdad del tamaño de una catedral. Es que el triunfo del 26 de Abril lo que ratificó, en esencia, es el poder de convocatoria de Rafael Correa. Solo él es capaz de atraer multitudes y ofrecer luz y sombra a sus amigos.

Lunes 04 Mayo 2009 | 16:09

Parecería que muchos candidatos de PAIS, con poquísimas excepciones, no tuvieran peso específico alguno, que necesitaran ser llevados de la mano para alcanzar el voto popular. En otras palabras, el mensaje que parecen haber dejado, a pesar de haber ganado, es que Correa es el oxígeno y a través de el respiran. No hay Correa, no hay oxígeno y sin oxígeno no hay vida. Correa es entonces el gran elector, el caudillo, el imán. Y desde este punto de vista el Ecuador no ha progresado. ¿Por qué? Es que con él como que se está repitiendo lo que ya hemos vivido en un pasado no muy lejano. Veamos. Aunque con temperamentos distintos y con visión de país así mismo diferente, Correa a veces se parece a esos líderes de antaño en cuya popularidad se cobijaban sus candidatos que formaban parte de un partido o de un movimiento fruto de su inspiración. Y claro, desaparecido el líder, inmediatamente se daba inicio a la extinción, rápida o lenta, de ese partido o movimiento. O acaso hubo Velasquismo sin Velasco, CFP sin Bucaram, Pueblo, Cambio y Democracia sin Jaime Roldós, Social Cristianismo sin Febres Cordero. Estos líderes en sus momentos fueron los grandes electores, los que llevaban al que querían al Congreso porque la gente votaba por el líder y por lo que inspiraba. Nunca hubo una visión de crecimiento que trascienda los nombres. Quizás el Municipio de Guayaquil de los últimos 16 años sea una excepción. Un mismo modelo de desarrollo aplicado por sus 2 últimos alcaldes ha permitido la trasformación para bien de la ciudad. Siguiendo esta lógica, es probable que ALIANZA PAIS tenga una vida efímera, como los movimientos de los políticos del pasado. Es que, salvo Correa, en PAIS no se ve ningún líder que pueda conquistar la simpatía popular, que tenga comunicación fluida con las masas, que sea capaz de movilizarlas. Y como es de suponer, un partido con un sólo líder, más temprano que tarde termina por extinguirse y con el su proyecto como lo demuestra la historia política ecuatoriana. Y el crecimiento de un país en democracia lamentablemente no funciona, al menos en el largo plazo, cuando existe un solo líder. Se necesita un proyecto que supere los nombres.
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