La Comisión Legislativa y de Fiscalización recibió el veto parcial del Ejecutivo a las reformas a la Ley de Compañías, que busca controlar los recursos que ingresan al país a través de inversiones de capital.
En el documento, el presidente Rafael Correa manifiesta que pese a existir, en general, conformidad con el proyecto de ley remitido por el “Congresillo”, plantea 3 objeciones que buscan esclarecer inconsistencias.
Según el mandatario, la reforma no debe entenderse como un mecanismo para que las compañías extranjeras sean consideradas contribuyentes que deban presentar declaración de impuestos.
Objeciones
La objeción establecería que las compañías extranjeras, cuyos capitales sociales estuvieren representados únicamente por acciones o particiones nominativas en compañías ecuatorianas, pero que no ejercieren ninguna otra actividad empresarial en el país, ni habitual, ni ocasionalmente, no serán consideradas con establecimientos permanentes ni estarán obligadas a establecer en el Ecuador, ni a inscribirse en el Registro Único de Contribuyentes, ni a presentar declaraciones de Impuesto a la Renta.
En este caso, aunque deberán tener en la República del Ecuador el apoderado o representante, él no será personalmente responsable de las obligaciones de la misma. El poder del representante no deberá ni inscribirse ni publicarse por la prensa, pero sí deberá ser conocido por la compañía ecuatoriana.