El jueves por la noche estaban en faena pesquera, a más de 32 millas frente a la Isla de la Plata, cuando escucharon varios tiros que eran disparados desde otra fibra.
Lo que hicieron los artesanos del mar fue lanzarse al suelo e inmediatamente prendieron el motor fuera de borda y salieron a precipitada fuga.
Pero los piratas lo siguieron por varias millas hasta que le dieron alcance.
"Nos chocaron con la finalidad de que nos fueramos a pique y estando frente a nosotros nos amenazaron de muerte porque nos dimos a la fuga", recordó Francisco Quijije.
El pescador Raúl Mero señaló que después que los delincuentes se apoderaron de lo poco que portaban, les hicieron amarrar un cabo con piedra en las piernas, para luego lanzarlos al mar.
"Pero le suplicamos que nos dejen con vida, pedido que accedieron estos maldecidos", señaló Quijije.
Durante varios minutos la embarcación quedó a la deriva, porque fueron rescatados por otros pescadores, quienes lo trasladaron hasta Puerto López para denunciar el robo en el retén naval del sur manabita.