Una de las bellas jóvenes que el primer ministro Berlusconi pensaba incluir en su lista de candidatas era Chiara Sgarbossa, ex Miss Venecia. Al quedar afuera, ha dicho furiosa: "Me han puesto la etiqueta infame de bailarina y ahora no me lo puedo quitar. Debemos dar las gracias a Verónica", en alusión a la mujer del funcionario, que protestó.