La inclusión de las denominadas Juntas Intermedias, destinadas precisamente a aligerar el conteo de votos y remitir los resultados a la Junta Provincial, aparentemente ha causado inconformidad por la demora en cumplir con su función, facilitando lamentables especulaciones y suspicacias en los actores políticos y que deben ser desvirtuadas. Ayer se desarrolló en Portoviejo una marcha de protesta por el supuesto atraso en los escrutinios y, según algunos, por ciertos actos que califican abiertamente como de intento de fraude, lo que ha sido negado enfáticamente por las autoridades electorales. Oficialmente se ha indicado que el trabajo de las juntas se ve afectado por la imposibilidad de ingresar al mismo tiempo todos los datos elaborados, pues el sistema de computación no cuenta con el suficiente ancho de banda para subir el material, focalizando el problema en la parte de la tecnología y no en la de los funcionarios. Sin embargo, aquello no satisface a los electores ni a los partidos, mucho menos a los candidatos que aspiran lograr la representación popular, pues casos como el ocurrido con un candidato a alcalde de Chone, que de la noche a la mañana vio desaparecer miles de votos con los que contaba a su favor el día anterior, aunque posteriormente se los restituyeran indicando que fue un error en la digitación, causa desconfianza e incertidumbre. Las circunstancias actuales no son para minimizar los errores ni desatender los reclamos, pues las citas democráticas como las elecciones populares se realizan para fortificar la democracia, no para ponerla en riesgo.