El Ministerio de Ambiente sancionó al Municipio tras detectar la tala indebida de 10 árboles de manglar rojo en febrero de 2025.
Por su parte, el alcalde Aquiles Alvarez minimizó el hecho como una “ramita” en su enlace radial del 2 de abril de 2025.
Sin embargo, el Ministerio rechazó sus declaraciones y defendió la importancia del manglar para la biodiversidad y el clima, según un comunicado.
El proyecto, paralizado cinco meses, incluye canchas de pádel, áreas verdes y juegos infantiles para 16.000 residentes cerca del Estero Salado.
Además, el Municipio asegura que cuenta con permisos ambientales desde mayo de 2024 y autorizó una poda técnica tras una inspección.
No obstante, una revisión del Ministerio reveló la tala no autorizada por un contratista municipal, lo que desencadenó la sanción.
En contraste, Alvarez acusó al Ministerio de obstaculizar el progreso de Guayaquil por exagerar el impacto de la obra.
Mientras tanto, el Ministerio enfatizó que el manglar rojo, protegido por ley, no tolera daños como los detectados en Urdesa.
Así, la pugna resalta tensiones entre desarrollo urbano y conservación ambiental en una zona ecológica clave de la ciudad.
Por otro lado, el Municipio defiende el proyecto como un beneficio comunitario, aunque admite la presencia de mangles caídos en el terreno.
Finalmente, el caso evidencia la fragilidad de los manglares y su rol en la protección costera, según expertos del Ministerio.
Esta controversia sigue abierta, con ambas partes firmes en sus posturas sobre la obra y su impacto ambiental.