La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó este miércoles de “injusta” y carente de sustento legal la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de incrementar los aranceles al acero y aluminio mexicanos del 25 % al 50 %. La medida, que entró en vigor el mismo día, afecta a las importaciones de estos materiales provenientes de todos los países, salvo Reino Unido, y ha generado tensiones en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sheinbaum advirtió que, de no alcanzarse un acuerdo con la administración estadounidense, México tomará medidas la próxima semana para proteger su industria y empleos.

En una rueda de prensa matutina, la mandataria destacó que la subida de aranceles “no tiene sustento legal” debido a las disposiciones del T-MEC, que regula el comercio entre ambos países. “México importa más acero y aluminio de lo que exporta, por lo que la medida es insostenible y encarece todo”, afirmó Sheinbaum, subrayando el impacto económico que podría tener en la industria nacional.

Medida impuesta y reacción mexicana

La decisión de Trump, formalizada mediante un decreto firmado el martes, responde a su política comercial para proteger la industria siderúrgica estadounidense. Sin embargo, Sheinbaum señaló que la colaboración entre México y Estados Unidos, destacada recientemente por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha sido positiva en temas como seguridad y comercio. “No entendemos esta medida, que no es justa ni sostenible”, reiteró la presidenta.

México, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, exportó en 2024 cerca de 4.5 millones de toneladas de acero y aluminio, mientras que sus importaciones desde EE.UU. superaron los 5 millones de toneladas, según datos de la Secretaría de Economía. Este desbalance comercial refuerza el argumento mexicano de que la medida estadounidense carece de justificación económica.

Impacto en la industria y posibles medidas

Sheinbaum enfatizó que las acciones mexicanas no buscan una “venganza”, sino proteger los empleos y la industria nacional. “No es un ojo por ojo, es un asunto de defensa de nuestros trabajadores y empresas”, afirmó. La industria del acero en México, con una larga tradición, genera más de 120,000 empleos directos y representa un pilar económico en regiones como Nuevo León y Coahuila.

La presidenta adelantó que, de no lograrse un acuerdo con Washington, México anunciará medidas de retaliación la próxima semana. Aunque no especificó cuáles serían, expertos sugieren que podrían incluir aranceles a productos estadounidenses clave, como agrícolas o automotrices. 

Relación comercial entre los países 

El conflicto arancelario recuerda tensiones previas durante la primera administración de Trump (2017-2021), cuando impuso aranceles al acero (25 %) y al aluminio (10 %) en 2018, argumentando razones de seguridad nacional. México y Canadá respondieron entonces con medidas recíprocas hasta que se alcanzó un acuerdo en 2019, previo a la entrada en vigor del T-MEC. La exención de Reino Unido de los nuevos aranceles responde a un acuerdo comercial bilateral firmado en mayo de 2025. 

Negociaciones en México

La Secretaría de Economía de México ya prepara una respuesta coordinada con el sector privado para mitigar el impacto de los aranceles. Analistas advierten que el encarecimiento de los insumos podría afectar industrias como la automotriz y la de construcción, que dependen del acero y aluminio. Además, la incertidumbre podría frenar inversiones en el sector.

Sheinbaum llamó al diálogo con la administración Trump para resolver la disputa en el marco del T-MEC. “Buscamos una solución que beneficie a ambos países, porque el comercio es mutuo”, concluyó. Mientras tanto, el gobierno mexicano evalúa estrategias para fortalecer su industria y garantizar la estabilidad económica frente a las nuevas restricciones comerciales.