El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, mediante resolución del 2 de mayo de 2025, estableció nuevas directrices para la prevención de enfermedades respiratorias en la comunidad educativa. Estas medidas, que incluyen la flexibilización del uso de mascarillas, entran en vigor el 30 de junio en las provincias de Manabí, Pichincha, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, buscando proteger la salud estudiantil y docente.

Protocolo de mascarillas en aulas

A partir del 30 de junio, el uso de mascarilla será obligatorio exclusivamente para personas con síntomas respiratorios dentro de las instituciones educativas. Esta disposición aplica a estudiantes, docentes y personal administrativo. Para el resto de la comunidad educativa, el uso de mascarilla será opcional. Esta medida busca equilibrar la prevención con la normalización de las actividades escolares. La decisión responde a un análisis de la situación epidemiológica actual.

Las instituciones educativas deben asegurar el cumplimiento. La comunidad debe estar informada.

Medidas complementarias de salud

Adicionalmente, se mantienen directrices sanitarias fundamentales. La notificación obligatoria de casos sospechosos y confirmados es crucial. Esto permite un control eficaz de posibles brotes. La derivación inmediata a centros de salud es también mandatoria. Este paso garantiza la atención oportuna. El Ministerio de Salud Pública (MSP) continuará emitiendo guías. Todas las instituciones deben seguir estas normativas estrictamente.

La participación activa en campañas de vacunación es vital. Se exhorta a toda la comunidad educativa a completar su esquema de vacunación. Esto refuerza la inmunidad colectiva. La prevención es una responsabilidad compartida.

Reporte y seguimiento institucional

En las provincias fuera de Manabí, Pichincha, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, el uso de mascarilla sigue siendo voluntario. Sin embargo, es obligatorio para casos sospechosos. Esta distinción provincial se basa en datos epidemiológicos específicos de cada región. La flexibilidad regional busca adaptar las medidas a las realidades locales.

Las instituciones educativas tienen la responsabilidad de reportar avances y dificultades. Estos informes deben ser entregados a las Unidades de Gestión de Riesgos. Dichas unidades pertenecen a las direcciones distritales y zonales correspondientes. Este mecanismo de reporte permite un seguimiento constante. También facilita la toma de decisiones informadas. El objetivo final es salvaguardar la salud. La colaboración es esencial para el éxito.