Un total de 41 pacientes, se favorecieron con las intervenciones quirúrgicas que realizaron los médicos del hospital del IESS y junto con la Fundación Operación Sonrisa Ecuador (FOSE). En total, los equipos realizaron 272 atenciones odontológicas y 118 cirugías reconstructivas. Por ejemplo, casos como el de Antony M., un adolescente de 13 años proveniente del cantón Pichincha, en Manabí, reflejaron el impacto de esta misión.
Antony, quien nació con fisura de paladar, recibió una operación exitosa, y su madre expresó profunda gratitud por la atención recibida. La misión contó con el compromiso de más de cien personas, entre médicos y voluntarios de apoyo. La FOSE aportó 76 colaboradores, de los cuales 64 fueron nacionales y 12 extranjeros, todos enfocados en brindar atención de calidad
El Hospital del IESS de Manta contribuyó con 30 camas de hospitalización quirúrgica, cuatro quirófanos y un equipo de profesionales en Cardiología, Pediatría, Terapia de Lenguaje, Cirugía Plástica, Odontología y personal administrativo. Esta sinergia permitió que las intervenciones se desarrollaran con precisión y en un entorno de alta tecnología.
Médicos de Operación Sonrisa
Francisco Punina, director ejecutivo de la FOSE, resaltó la importancia de trabajar junto al personal médico del IESS. “La colaboración con el hospital, su equipo profesional y su infraestructura de primer nivel nos permitió realizar nuevos procedimientos quirúrgicos y consultas especializadas gratuitas. Así, renovamos nuestro compromiso con la comunidad que tanto queremos”, afirmó Punina.
Danilo Calderón, gerente general del hospital, subrayó el propósito de la misión: atender a personas con afecciones que afectan su calidad de vida. “Contamos con profesionales capacitados y tecnología de punta, lo que garantiza una atención excepcional”, aseguró Calderón.
Misión humanistaria 159 de la FOSE
La historia de Antony M. no fue la única que conmovió durante la jornada. Decenas de familias encontraron esperanza gracias a las cirugías reconstructivas, que no solo mejoraron la salud de los pacientes, sino también su autoestima y oportunidades futuras. Las madres y padres destacaron la calidez del personal médico y la organización impecable de la misión.
En consecuencia, la Misión Humanitaria 159-Manta 2025 de la FOSE dejó una huella imborrable en Manabí. Esta iniciativa refleja el poder de la solidaridad y la cooperación. Mientras las familias regresaban a sus hogares con sonrisas renovadas, los voluntarios y médicos reafirmaron su vocación de servicio.
La alianza entre el Hospital del IESS de Manta y la FOSE continuará fortaleciéndose, con la promesa de seguir transformando vidas. Sin duda, esta misión marcó un antes y un después para quienes recibieron atención y para una comunidad que ahora sueña con un futuro más inclusivo.