Tomar medicamentos caducados puede comprometer la salud, según un artículo publicado por Infosalus. La fecha de caducidad indica el período en que las farmacéuticas garantizan la estabilidad y eficacia del fármaco, siempre que se conserve en condiciones adecuadas. Tras esa fecha, los medicamentos pueden perder efectividad o degradarse, generando compuestos potencialmente dañinos.
Un estudio de la Unidad Médica de British Antarctic Survey (2019), citado por Infosalus, analizó fármacos como naproxeno, penicilinas y medicamentos para la hipertensión, almacenados en condiciones no óptimas. Aunque algunos mantuvieron eficacia tras caducar, los autores advierten que los resultados no son concluyentes y recomiendan no consumirlos.
Ciertos fármacos son especialmente riesgosos. Los medicamentos líquidos, como jarabes o colirios, son menos estables y propensos a contaminarse con bacterias o hongos tras caducar. Medicamentos críticos, como epinefrina, nitroglicerina o Ventolín, pierden eficacia rápidamente, poniendo en peligro la vida si no funcionan al 100%.
Riesgos para la salud de medicamentos caducados
La pérdida de eficacia es el principal problema de los medicamentos caducados. Para dolencias leves, como un dolor de cabeza, un fármaco menos efectivo puede no ser grave, pero en enfermedades crónicas, como diabetes o hipertensión, la falta de potencia compromete el tratamiento. Además, la degradación química puede generar reacciones adversas, como irritaciones o toxicidad, según Infosalus.
Los antibióticos caducados son particularmente peligrosos. Un tratamiento subóptimo puede fomentar resistencia bacteriana, complicando futuras infecciones. Los colirios caducados también representan un riesgo, ya que pueden irritar los ojos o causar infecciones.
La OMS desaconseja consumir medicamentos caducados y recomiendan llevarlos a puntos de reciclaje, evitando arrojarlos a la basura o desagües, lo que puede contaminar el medio ambiente.
Una conservación adecuada
La caducidad de un medicamento depende de su conservación. Factores como humedad, calor o luz aceleran la degradación. Por ejemplo, los fármacos deben almacenarse en lugares secos, a temperaturas entre 15 y 25°C, y en su envase original. En Ecuador, las altas temperaturas en zonas costeras pueden afectar la estabilidad de los medicamentos en los hogares.
El British Antarctic Survey mostró que algunos comprimidos, como el naproxeno, son más estables que los jarabes, pero los autores insisten en no arriesgarse. La OMS establece un máximo de cinco años para la caducidad, aunque muchos medicamentos tienen fechas más cortas, desde seis meses para colirios hasta tres años para tabletas.
Consejos para evitar riesgos
Para evitar riesgos, se debe revisar periódicamente el botiquín y desechar medicamentos caducados. Los expertos sugieren verificar el aspecto de los fármacos: si están descoloridos, deshechos o con moho, deben descartarse inmediatamente. Comprar solo lo necesario y seguir las instrucciones de almacenamiento reduce el desperdicio.
Consumir medicamentos caducados puede ser peligroso, especialmente para tratamientos críticos. Fomentar la revisión de botiquines y el reciclaje es clave para proteger la salud y el medio ambiente, promoviendo un uso responsable de los fármacos.