Desde hace una semana, la Empresa Pública de Construcciones, Vivienda y Aseo de Santo Domingo (EP-CONST) ha iniciado una intervención integral en esta vía, con maquinaria pesada trabajando incesantemente desde las siete de la mañana. El sonido de las volquetas y la vibración de la tierra anuncian el avance de una obra largamente esperada.
Impacto y alcance de la obra
Esta importante vía atraviesa sectores clave como La Choza, Los Ceibos y El Buen Vivir, además de conectar con urbanizaciones como San José y otras privadas. La obra contempla la construcción de infraestructura sanitaria, agua potable, instalaciones eléctricas y telefónicas, así como señalización, paisajismo y asfaltado. En total, se intervendrá un tramo de aproximadamente 4.5 kilómetros, con una inversión de $2.866.344.039 y un plazo de ejecución de ocho meses, según lo informado por la EP Const.
Conectividad y desarrollo productivo
Esta vía no solo facilita el acceso a la Comuna Tsáchila Colorados del Búa y a los recintos Umpechico y Los Laureles, sino que también conecta con La Villegas, parroquia de La Concordia. Su importancia económica radica en que es una ruta clave para la salida de productos frutales como maracuyá, cacao y piña, así como de cultivos como yuca y verde.
El constante tránsito de camiones y camionetas refleja el movimiento productivo de la región. Además, la vía es utilizada diariamente por buses de servicio interparroquial y urbano, que llegan hasta El Buen Vivir. Sin embargo, su deteriorado estado ha sido un obstáculo para el transporte, limitando la movilidad y encareciendo los costos de traslado para los habitantes.
Testimonios de los moradores
Elvis Loor, residente de La Choza por más de 30 años, recuerda cómo esta vía era solo de lastre, con el paso de rancheras en el pasado. Aunque se realizaron mejoras en la administración del alcalde Kléber Paz y Miño, la falta de mantenimiento provocó el deterioro del asfaltado, convirtiéndose en un problema recurrente para conductores y peatones.
Jessica Cedeño, quien vive en la urbanización San José desde hace tres años, relata las dificultades que ha enfrentado su comunidad debido a la falta de infraestructura vial. Su hermana tuvo que dar a luz en casa porque los taxis se niegan a ingresar por temor a dañar sus vehículos. «Las emergencias ocurren y necesitamos una vía en buen estado», enfatiza.
Por su parte, Rosa Jácome menciona que los enormes baches han causado daños en su vehículo, llegando a poncharse ambas llantas en un solo incidente. En invierno, los charcos y lagunas ocultas representan un peligro para los motociclistas, especialmente en las noches, cuando la visibilidad es reducida.
Necesidad de información y socialización del proyecto
A pesar del inicio de los trabajos, algunos habitantes expresan su preocupación por la falta de información sobre el proyecto. Señalan que no ha habido una socialización adecuada en todas las zonas afectadas, y muchos desconocen que es el municipio el encargado de la obra. Esta intervención representa una gran esperanza para la comunidad, que durante años ha esperado una solución definitiva para mejorar su calidad de vida. Con el avance de los trabajos, se espera que la conectividad y el desarrollo de la región se vean fortalecidos.