Los precios de los iPhone aumentarán significativamente debido a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, que comenzaron a regir el 9 de abril en Estados Unidos. Esta medida, dirigida principalmente contra China, busca proteger la industria local, pero impactará a Apple, cuya producción depende mayormente de ese país asiático.
Desde este miércoles 9 de abril, Estados Unidos implementó aranceles del 104% a productos importados desde China, tras un anuncio de Trump que elevó el gravamen inicial del 34% con un adicional del 50%. Esta política responde a tensiones comerciales de larga data y al objetivo de repatriar la manufactura tecnológica. Apple, que fabrica cerca del 90% de sus iPhone en China, se ve directamente afectada, según datos de Citi y TechInsights.
Analistas de Rosenblatt Securities proyectan que, si Apple traslada el costo al consumidor, el precio del iPhone 16 base pasaría de $799 a $1,142, un incremento del 43%. El iPhone 16 Pro Max, con 1 TB de almacenamiento, podría alcanzar los $2.300, frente a su precio actual de $1.599. Estas estimaciones consideran los costos actuales de producción, que rondan los $580 por unidad para el iPhone 16 Pro de 256 GB, según TechInsights.
Impacto en la cadena de suministro
Apple ha intentado diversificar su producción en los últimos años, trasladando parte de sus operaciones a India y Vietnam. Sin embargo, estos países también enfrentan aranceles del 26% y 46%, respectivamente, lo que limita las opciones de la compañía. Fabricar íntegramente en Estados Unidos no es viable a corto plazo: los costos laborales y de infraestructura elevarían el precio de un iPhone a $3,500, según Wedbush.
El impacto no se limita a los consumidores estadounidenses. China respondió el 10 de abril con aranceles recíprocos del 84% a exportaciones de EE.UU., complicando aún más el panorama para Apple, que obtiene cerca del 15% de sus ingresos de ese mercado. Esta escalada arancelaria podría reducir los márgenes de beneficio de la empresa si decide absorber parte del costo.
La guerra arancelaria de Trump
La guerra comercial entre EE.UU. y China se intensificó tras la reelección de Trump, quien prometió revitalizar la economía local mediante políticas proteccionistas. En 2018, durante su primer mandato, Apple logró exenciones arancelarias, pero en 2025 no ha recibido trato preferencial. La producción tecnológica global, dependiente de Asia, enfrenta ahora un escenario de incertidumbre, con posibles alzas de precio en otros dispositivos como tablets y relojes inteligentes.
Alternativas y proyecciones
Apple ha invertido $500.000 millones en proyectos en EE.UU., incluyendo una planta en Texas, según anunció en febrero de 2025. No obstante, expertos como Dan Ives de Wedbush estiman que trasladar la producción requeriría al menos tres años y una inversión adicional de $30.000 millones. Mientras tanto, analistas de UBS prevén un aumento general de entre el 5% y 25% en productos tecnológicos importados.
La empresa podría mitigar el impacto aumentando inventarios o ajustando precios solo en modelos premium, según Morgan Stanley. Sin embargo, la demanda en mercados clave como EE.UU., China y Europa, que ya muestra signos de desaceleración, podría resentirse si los precios suben drásticamente.