Las autoridades israelíes prohibieron la entrada al país, durante 100 años, a la activista climática sueca Greta Thunberg. La misma medida rige para otros once integrantes del barco de la Flotilla de la Libertad. A Thunberg la deportaron a Suecia el martes 10 de junio tras su detención. La medida responde al intento del grupo de romper el bloqueo marítimo a Gaza, acción que Israel considera una violación de su soberanía y seguridad.
El incidente ocurrió cuando un barco, que partió desde un puerto europeo para llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, quedó interceptado por la Marina israelí. A los activistas, provenientes de diversos países, los detuvieron y trasladaron a un centro de detención en Israel para ser interrogados. Según el Ministerio del Interior israelí, a los doce pasajeros del barco los declararon “personas non gratas” por una supuesta “provocación política”.
Greta Thunberg deportada a Suecia
Greta Thunberg, de 22 años, conocida por su liderazgo en el movimiento climático global, se unió a la flotilla para visibilizar la situación humanitaria en Gaza. Tras su deportación, la activista no emitió declaraciones públicas, pero su equipo confirmó su regreso seguro a Suecia. Los demás integrantes de la flotilla, cuyos nombres no han sido divulgados por las autoridades, también fueron deportados a sus países de origen.
El bloqueo marítimo a Gaza, impuesto por Israel desde 2007 tras la toma de control de Hamás, ha sido objeto de controversia internacional. Israel argumenta que la medida es necesaria para prevenir el ingreso de armas y materiales que puedan ser utilizados con fines militares. Por su parte, organizaciones humanitarias y activistas, como los de la Flotilla de la Libertad, denuncian que el bloqueo restringe el acceso a bienes esenciales.
Medidas más duras por parte de Israel
La Flotilla de la Libertad, una iniciativa que opera desde 2010, ha intentado en múltiples ocasiones romper el bloqueo. Para ello se han enfrentado a interceptaciones por parte de Israel. Uno de los episodios más recordados ocurrió en 2010, cuando un enfrentamiento entre activistas y fuerzas israelíes dejó diez muertos. Desde entonces, las autoridades israelíes han endurecido las medidas contra estas acciones.
El gobierno israelí defendió la prohibición de entrada de 100 años, calificándola como una “señal clara” contra quienes intenten desafiar sus políticas de seguridad. “No permitiremos que se ponga en riesgo la estabilidad de la región bajo el pretexto de ayuda humanitaria”, afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa. Las autoridades confirmaron también la deportación de la activista Greta Thunberg.
Respeto a los derechos de los activistas
Organizaciones de derechos humanos criticaron la decisión, argumentando que la medida es desproporcionada y restringe la libertad de movimiento. Amnistía Internacional instó a Israel a revisar la prohibición y garantizar el respeto a los derechos de los activistas.
Este nuevo capítulo en el conflicto marítimo en torno a Gaza reaviva el debate sobre el bloqueo y la situación humanitaria en la región. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca las repercusiones de la deportación de figuras de alto perfil como Greta Thunberg, cuya participación ha atraído una atención global significativa.
