Las parejas enfrentan decisiones clave sobre cómo distribuir sus ingresos y definir sus prioridades económicas. Elegir entre viajar, adquirir una vivienda o tener hijos se convierte en un reto común, especialmente en contextos de inflación o ingresos ajustados.
Diversos estudios confirman que, aunque las metas varían según la etapa de la relación, las prioridades financieras suelen generar tensiones si no se conversan de forma clara y anticipada. Especialistas recomiendan establecer un plan conjunto que contemple aspiraciones individuales y compartidas, para evitar desequilibrios o frustraciones a futuro.
Metas distintas, tiempos distintos
En una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en 2024, el 63 % de las parejas jóvenes ecuatorianas entre 25 y 35 años manifestó que su primera meta económica es viajar antes de asumir compromisos como la compra de una casa o la crianza de hijos. Esta tendencia se ha visto impulsada por el aumento de plataformas de ahorro digital y facilidades de pago a plazos.
En contraste, parejas mayores de 35 años priorizan la adquisición de vivienda como medida de seguridad patrimonial y estabilidad familiar. El 47 % indicó que comprar casa es su meta financiera principal, incluso por encima del ahorro para la educación de los hijos.
Hijos: una decisión financiera de largo plazo
Tener hijos implica una de las decisiones económicas más significativas para cualquier hogar. Según datos del Banco Mundial, en América Latina, el costo de criar a un hijo hasta los 18 años supera los $80.000 en promedio, considerando alimentación, salud, educación y recreación.
Ante esta realidad, muchas parejas optan por postergar la maternidad y paternidad hasta alcanzar estabilidad laboral o completar otras metas como la compra de vivienda. No obstante, los expertos en economía familiar advierten que esperar demasiado también puede generar presiones biológicas o emocionales, lo cual debe incluirse en las conversaciones de planificación conjunta.
Viajar, una prioridad generacional
Viajar ha dejado de ser solo una experiencia recreativa y se ha convertido en una prioridad emocional y social, especialmente para las nuevas generaciones. Diversas parejas indican que los viajes fortalecen la relación y permiten crear recuerdos significativos antes de asumir responsabilidades mayores.
Expertos de reveló que en 2025, más del 52 % de parejas latinoamericanas planifican al menos un viaje internacional como objetivo financiero anual. Esto responde a una cultura de experiencias y bienestar que ha ganado terreno frente a decisiones tradicionales como comprar casa a temprana edad.
Cómo establecer prioridades sin conflictos
Los especialistas en planificación financiera recomiendan seguir una ruta clara al momento de definir prioridades en pareja:
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Hablar abiertamente sobre expectativas personales y de pareja.
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Definir metas a corto, mediano y largo plazo.
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Evaluar ingresos actuales, deudas y capacidad de ahorro.
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Revisar y ajustar las metas cada seis meses.
Además, sugieren asignar porcentajes del ingreso a distintos fines: por ejemplo, un 20 % a experiencias como viajes, 30 % a ahorro para vivienda, y otro 20 % para planificación familiar, dejando margen para gastos variables y fondo de emergencia.