El director ejecutivo adjunto de UNICEF, Ted Chaiban, advirtió este 31 de julio de 2025 que los niños en Gaza están muriendo “a un ritmo sin precedentes”, debido a la desnutrición aguda, la escasez de agua potable y las condiciones sanitarias críticas, tras su más reciente visita a Israel, Gaza y Cisjordania. La agencia de Naciones Unidas señala un “riesgo inminente” de brotes de enfermedades y un grave escenario de hambruna, con más de 320.000 niños pequeños en riesgo.
Infancia en crisis: hambruna y enfermedades
Durante su recorrido, Chaiban evidenció el impacto directo del conflicto en la niñez gazatí, señalando que “las marcas del sufrimiento profundo y el hambre eran visibles en los rostros de las familias y los niños”. De acuerdo con los informes recogidos por UNICEF, una de cada tres personas en Gaza pasa días sin ingerir alimentos y la tasa de desnutrición aguda global en la ciudad de Gaza supera el 16,5%, superando así el umbral técnico de hambruna.
La combinación de altas temperaturas, escasez de agua y desplazamiento masivo ha generado un entorno propicio para la propagación de enfermedades. “Hay un riesgo inminente de difusión de brotes en todas partes”, advirtió el funcionario de UNICEF ante los medios.
Violencia en espacios humanitarios
Chaiban también denunció un reciente ataque aéreo israelí en Deir el-Balah, en el que murieron 10 niños y 19 resultaron heridos mientras hacían fila con sus padres en una clínica nutricional. “Estos niños no son víctimas de un desastre natural. Los están haciendo pasar hambre, los están bombardeando y desplazando”, declaró.
La situación ha exacerbado los niveles de desesperación entre la población civil. “Las personas no deberían estar tan desesperadas como para asaltar un convoy”, añadió, señalando que los limitados accesos de ayuda y la falta de tráfico comercial han empeorado las condiciones humanitarias.
Respuesta humanitaria y llamados urgentes
Pese al contexto adverso, UNICEF ha mantenido presencia activa en la Franja de Gaza. Entre las acciones reportadas, la organización ha:
- Distribuido 2,4 millones de litros de agua potable diarios en el norte de Gaza.
- Reconstruido la cadena de frío para vacunas esenciales.
- Brindado atención psicosocial a niños traumatizados.
- Apoyado la sobrevivencia de recién nacidos en centros hospitalarios.
- Entregado leche de fórmula infantil para los bebés más vulnerables.
Aun así, Chaiban subrayó que la situación requiere una ampliación urgente de la ayuda internacional: “Pedimos que entre más ayuda humanitaria y tráfico comercial para estabilizar la situación y reducir la desesperación”.
Unicef pide un alto al fuego: una necesidad humanitaria
El portavoz de UNICEF dejó claro que las pausas humanitarias actuales no son suficientes. “Las pausas no son un alto al fuego. Esperamos que las partes puedan acordar un cese de hostilidades y la liberación de todos los rehenes. Esto ya ha durado demasiado”, sentenció.
Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, la Franja de Gaza ha enfrentado un bloqueo intensificado, ataques recurrentes y restricciones severas a la entrada de suministros. Esta situación ha derivado en un colapso de servicios básicos como agua, salud y nutrición, según confirman organizaciones humanitarias como la ONU, la Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras.
Contexto de la emergencia
La Franja de Gaza alberga a más de 2,4 millones de personas, la mayoría de ellas desplazadas internas tras años de conflicto. Según reportes de Naciones Unidas, cientos de miles de niños carecen de acceso adecuado a alimentos, medicinas y educación. El colapso del sistema sanitario y la destrucción de infraestructura agravan la emergencia humanitaria.
En este contexto, UNICEF y otras agencias han insistido en que los niños no deben ser víctimas del conflicto armado, y piden a la comunidad internacional mayor presión diplomática para garantizar corredores humanitarios sostenidos y protección de la población civil.
Conclusión
El llamado de UNICEF refleja una alarma global sobre el deterioro de la situación en Gaza. Con indicadores que ya superan los umbrales técnicos de hambruna y miles de menores en riesgo de muerte, la intervención humanitaria inmediata y sostenida es crucial. La niñez en Gaza no puede esperar.