Una intensa tormenta de polvo azotó el sureste de Australia cubriendo ciudades como Sídney y Orroroo con un cielo naranja. Aquello redujo drásticamente la visibilidad, según imágenes difundidas por medios locales. Las fuertes ráfagas de viento, tras un sistema de baja presión, levantaron polvo, partículas de sal marina y residuos de combustión. Aquello generando alertas por calidad del aire “peligrosa” y “mala” en varias regiones.
Las autoridades instaron a la población a permanecer en sus viviendas para evitar problemas de salud. El fenómeno comenzó en regiones afectadas por la sequía en Australia del Sur, como en Loxton y Orroroo. Allí polvo tiñó el cielo de un tono naranja intenso, según videos compartidos por el Distrito Municipal de Orroroo Carrieton. La tormenta se desplazó hacia el este de Australia, afectando Victoria, Nueva Gales del Sur y Canberra.
Tormenta en Australia es causa de preocupación
En Sídney, la visibilidad se redujo a 5-6 kilómetros en algunos momentos, y el índice de calidad del aire (PM10) superó los 900 μg/m³. Es decir, muy por encima del estándar australiano de 50 μg/m³, según datos de la Oficina de Medio Ambiente y Patrimonio de Nueva Gales del Sur. La NSW Rural Fire Service señaló que el polvo se originó en suelos secos de Australia del Sur, exacerbados por una sequía prolongada.
Las condiciones meteorológicas, marcadas por vientos de hasta 80 km/h y un frente frío, facilitaron el levantamiento de partículas desde áreas áridas. Imágenes satelitales de MODIS confirmaron que la nube de polvo se extendió por 600 kilómetros, cubriendo partes de Australia del Sur. La tormenta pasó por Victoria y Nueva Gales del Sur, antes de desplazarse hacia el mar de Tasmania.
La combinación de sequía, suelos desprovistos de vegetación y vientos intensos creó un escenario propicio para este evento. Las autoridades describieron esta situación como uno de los más severos desde la tormenta de polvo de 2009, que cubrió Sídney con un manto rojo. Las autoridades emitieron advertencias sanitarias, especialmente para niños, ancianos y personas con afecciones respiratorias como asma.
El aire representa un riesgo para la salud
En el aire se ha detectado presencia de partículas PM10, que pueden irritar ojos, nariz y garganta, y agravar problemas respiratorios. Christine Cowie, epidemióloga ambiental de la Universidad de Nueva Gales del Sur, destacó que estas partículas, junto con alérgenos y residuos de combustión, representan un riesgo significativo. Los servicios de emergencia reportaron un aumento en las consultas por dificultades respiratorias.
La tormenta resalta los desafíos de Australia frente a fenómenos climáticos extremos, agravados por el cambio climático y la sequía. Los modelos climáticos predicen un aumento en la frecuencia de tormentas de polvo en el otoño australiano debido a vientos más fuertes y suelos más secos. La tormenta comenzó a disiparse el martes por la tarde, con lluvias previstas para aliviar las condiciones en las zonas afectadas.