El avistamiento de tiburones cerca de las playas de Manabí ya no es un hecho aislado. En los últimos años, se han reportado apariciones de estas especies marinas en zonas como Puerto López, Manta y Crucita, lo que ha despertado tanto preocupación como curiosidad entre pescadores, turistas y científicos.
El biólogo pesquero, Hernán Jiménez, destaca que la presencia de un tiburón en la costa de Crucita (el miércoles 11 de junio de 2025) y su posterior varamiento, sin duda es un evento poco común, incluso en las costas ecuatorianas. «Diversos factores pudieron haber provocado este fenómeno, desde variaciones climáticas, cambios en las corrientes, búsqueda de alimento en nuevos lugares debido a la alteración de su ecosistema, desorientación provocada por un factor externo o enfermedad» explica.
Jiménez agrega que para poder identificar una posible causa de su presencia, el tiburón debe ser analizado, «como bien lo coordinó el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE). Esto permitirá identificar su especie, longitud, sexo, talla, entre otros aspectos». Hay que recalcar que a pesar de esta disposición del MAATE, cuando el personal técnico llegó a Crucita, el tiburón toro ya había sido retirado del lugar.
Factores que inciden en el acercamiento de tiburones a zonas costeras
De acuerdo con estudios oceanográficos y testimonios de pescadores locales y biólogos, entre las principales causas del acercamiento de los tiburones a las costas están:
- Aumento de la temperatura del agua, asociado en algunas ocasiones al fenómeno El Niño.
- Disminución de oxígeno en aguas profundas, que obliga a algunas especies a buscar zonas menos profundas.
- Migración de cardúmenes de sardinas, peces pequeños y calamares, que son presas naturales de tiburones.
- Modificaciones en el uso del suelo marino debido a actividades humanas, como pesca intensiva o dragado.
- Contaminación y ruido submarino, que alteran las rutas habituales de desplazamiento de fauna marina.
El tiburón toro suele ser agresivo
#Portoviejo | Así se comporta el tiburón toro, especie que apareció en la playa de #Crucita https://t.co/efNWZJExrz pic.twitter.com/lgimShjP7N
— Manavisión Canal 9 (@manavisionec) June 12, 2025
Jesús Briones, especialista en tiburones de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), destaca que el tiburón toro encontrado en Crucita suele ser muy agresivo, y causante de muchos ataques a bañistas en la costa. Explica que puede entrar rio arriba pues es eurihalino (se adaptan a una variación amplia de salinidades), mas no se le considera como tiburón de agua dulce.
Sin embargo, expertos coinciden en que el avistamiento de tiburones costeros no debe ser motivo de alarma si se mantienen medidas de prevención y vigilancia. Los tiburones son animales oceánicos, es decir que habitan lejos de la costa y a profundidades variables. Hay especies que toleran las bajas salinidades y pueden incluso habitar de manera momentánea sistemas dulceacuícolas, agrega Jiménez.
En algunas playas de Manabí, se han instalado boyas de vigilancia marina y se han capacitado a guías turísticos para identificar comportamientos inusuales en la fauna marina.
Ataques de tiburón en Ecuador son poco comunes
La llegada de tiburones a la costa es una señal de que el ecosistema está cambiando. En muchos casos, responde al impacto humano sobre los océanos. Comprender este fenómeno permite no solo prevenir incidentes, sino también fomentar la protección de especies clave para el equilibrio ecológico.
Manabí, como parte del corredor costero del Pacífico tropical, es hogar de una rica biodiversidad marina. Proteger sus aguas implica educar a las comunidades, regular actividades extractivas y fortalecer el monitoreo científico para asegurar una convivencia segura y sostenible con estos emblemáticos depredadores.
En todo caso, la probabilidad de un ataque de tiburón en las costas de Ecuador es extremadamente baja. Según el Global Shark Attack File (GSAF), Ecuador no figura entre los países con alto índice de incidentes. En más de una década, los registros oficiales reportan menos de cinco casos documentados de mordeduras de tiburón en el país. La mayoría no mortales ni relacionados con actividades recreativas comunes como el nado o el surf. Además, recalcan que el aumento de avistamientos no implica mayor riesgo, sino más bien un cambio en los patrones migratorios marinos. (36)