El negociador jefe de la delegación rusa en las conversaciones con Ucrania en Estambul, Vladimir Medinski, acusó a Kiev de suspender de manera indefinida el intercambio de prisioneros de guerra estipulado en su último encuentro de esta semana.
En un mensaje publicado en su cuenta de Telegram, Medinski aseguró que este viernes Rusia comenzó el traslado a Ucrania de más de 6.000 cadáveres de militares ucranianos. Así como para intercambiar prisioneros de guerra heridos, gravemente enfermos y menores de 25 años.
Negociadores de Ucrania no llegaron a cita pactada
De momento, el primer lote de cuerpos congelados de soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania, 1.212 en total, aguarda en la zona de intercambio. Mientras que los negociadores ucranianos ya tienen «la primera lista de 640 prisioneros de guerra, de las categorías «heridos, enfermos graves y jóvenes», necesaria para iniciar el canje.
Ahora, según el jefe del grupo negociador ruso, el grupo de contacto del Ministerio de Defensa ruso se encuentra en la frontera con Ucrania. El grupo negociador ucraniano ni siquiera llegó al lugar del intercambio, afirmó Medinski antes de indicar que Ucrania ha proporcionado «razones variadas y bastante extrañas» sobre esta situación, sin dar detalles.
Esperan intercambiar a más de 2 mil miltares
Rusia y Ucrania esperan canjear 2.400 militares vivos, 1.200 por cada bando, como parte del acuerdo. «Instamos a Kiev a que cumpla estrictamente el calendario y todos los acuerdos alcanzados y a que inicie de inmediato el canje», subrayó, antes de asegurar que la parte rusa está «lista para trabajar» cuando Ucrania se preste a ello porque «Rusia siempre cumple con su palabra».
El conflicto entre Ucrania y Rusia
El conflicto entre Ucrania y Rusia, iniciado en 2014, se intensificó con la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, marcando un punto crítico en las relaciones internacionales. Sus raíces se encuentran en tensiones históricas, políticas y culturales, exacerbadas por la anexión rusa de Crimea en 2014 tras un controvertido referéndum y el apoyo ruso a separatistas en el Donbás. La invasión de 2022, justificada por Rusia como una «operación militar especial» para «desnazificar» Ucrania, ha causado miles de muertos, millones de desplazados y una grave crisis humanitaria.
Ucrania, apoyada por Occidente con armas y sanciones contra Rusia, defiende su soberanía y busca recuperar territorios ocupados. Rusia, por su parte, enfrenta aislamiento económico, pero mantiene su ofensiva, controlando áreas del este y sur de Ucrania. El conflicto ha desatado una crisis energética global, inflación y temores de escalada nuclear. Negociaciones de paz han sido infructuosas, con posiciones irreconciliables: Ucrania exige la retirada total rusa, mientras Rusia busca consolidar sus ganancias territoriales. La guerra, aún sin fin claro, redefine la geopolítica, fortaleciendo alianzas como la OTAN y desafiando el orden internacional, con profundas consecuencias para la estabilidad global.