Novak Djokovic demostró una vez más por qué es uno de los grandes del tenis mundial. Este lunes 7 de julio, en la Centre Court de Wimbledon, el serbio venció con autoridad al australiano Álex De Miñaur en un partido que comenzó cuesta arriba y terminó con un recital del veterano campeón. El resultado final: 1-6, 6-4, 6-4 y 6-4, en tres horas y veinte minutos de juego, lo coloca en los cuartos de final del Grand Slam británico, donde se enfrentará al italiano Flavio Cobolli.

El arranque del encuentro fue sorpresivo. De Miñaur se llevó el primer set con un contundente 6-1 en apenas 31 minutos, ante un Djokovic errático, con cuatro dobles faltas y 16 errores no forzados. La desconexión del serbio preocupó a sus seguidores, entre ellos el legendario Roger Federer, presente en el Palco Real. Sin embargo, la reacción del ex número uno fue inmediata.

Djokovic arremetió y venció

A partir del segundo set, Djokovic impuso su experiencia y jerarquía. Logró romper el servicio de De Miñaur en los momentos clave y sostuvo con firmeza los suyos, respaldado por una efectividad superior al 80% en el primer saque. El duelo se convirtió en un intercambio de golpes de alto nivel, con largos peloteos y puntos brillantes, especialmente en los dos sets intermedios que cayeron del lado del serbio.

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— Wimbledon (@Wimbledon) July 7, 2025

La cuarta manga pareció inclinarse para el australiano tras un quiebre temprano, pero Djokovic volvió a renacer. Con 2-4 en contra y una bola de break que habría significado el 1-5, el serbio salvó el juego y a partir de ahí encadenó cinco games consecutivos para cerrar el partido con autoridad.

A sus 38 años, ‘Nole’ no solo sigue vigente, sino que se postula como firme candidato a conquistar su octavo Wimbledon, lo que igualaría el récord de Roger Federer. Su tenis sigue siendo letal cuando más se le exige, y su capacidad de recuperación parece no tener límites. El siguiente paso será ante Cobolli, una de las revelaciones del torneo, pero con mucho menos rodaje que el multicampeón serbio.

Con esta victoria, Djokovic vuelve a enviar un mensaje claro al circuito: en Wimbledon, él sigue siendo el hombre a vencer.