El presidente de Argentina, Javier Milei, negó el saludo al alcalde de Buenos Aires, Jorge Macri, en un nuevo episodio de la rivalidad entre ambos políticos, enfrentados por la hegemonía de la derecha.
El desencuentro ocurrió este domingo, al comienzo del Tedeum, la liturgia que conmemora el aniversario, cada 25 de mayo en Argentina, de la Primera Junta de 1810 tras la Revolución de Mayo, albor de la independencia Argentina de España.
Imágenes fueron captadas
Cámaras de medios nacionales captaron el momento en que Milei ignora la mano extendida de Macri. El presidente saludó a otros presentes, pero evitó mirar al alcalde. Este gesto desató especulaciones sobre un conflicto personal y político. La rivalidad entre ambos se intensificó desde que Milei criticó al PRO, partido de Macri, por «traicionar» valores liberales.
Cualquier ilusión sobre un posible malentendido fue despejada por el presidente argentino a través de un escueto mensaje que acompañaba a un vídeo de lo ocurrido: «Roma no paga traidores», una frase clásica atribuida a las guerras de la antigua Roma contra el caudillo lusitano Viriato en el siglo II a.C.
Milei también descargó mensaje contra el consultor político de Macri
En un mensaje posterior, Milei insistió en que «si se es bueno con los malos (esto es con quienes traicionan, mienten, calumnian, injurian y ensucian por una mera ventajita) se termina siendo muy malo con los buenos». Sus declaraciones lo dio antes de saludar, irónicamente, al consultor político español Antoni Gutiérrez-Rubí, estratega de la actual campaña de Propuesta Republicana (PRO), el partido de Macri, «y otras basuras varias».
El mandatario continuó con el protocolo habitual, la ofrenda floral a San Martín, flanqueado por el propio Macri y la vicepresidenta del país, Victoria Villarruel, de la que también se encuentra muy distanciado: Villarruel es también presidenta del Senado y Milei la acusa de violar la separación de poderes.
Diferencia desde hace varios años
Este desencuentro no es aislado. En 2023, Milei se negó a asistir a un evento del PRO, liderado por Macri, por «diferencias ideológicas«. Ambos compiten por el voto conservador, con Milei abogando por un liberalismo radical y Macri por un enfoque moderado. La prensa local destaca que estas fricciones debilitan la unidad de la derecha argentina.
La rivalidad entre Milei y Macri refleja divisiones profundas en la política Argentina. Mientras Milei busca consolidar su liderazgo, Macri defiende su influencia histórica. El Tedeum, símbolo de unidad nacional, se convirtió en escenario de esta lucha por el poder.