Lluvias en la Sierra y Amazonía dan una ligera esperanza a la crisis energética
Las lluvias registradas en los últimos días en la Sierra y la Amazonía ecuatoriana han mejorado levemente la producción hidroeléctrica.
No han sido la solución definitiva a la crisis energética que atraviesa el país, pero si se trata de un leve respiro.
Estas condiciones climáticas llevaron al Gobierno a reducir los horarios de los apagones mas no a suspenderlos definitivamente.
Debido a las recientes lluvias en la Amazonía y la Sierra la producción hidroeléctrica llegó al 58 %.
Esto, pese a que se dejó de recibir al menos 350 megavatios de energía de Colombia, según los datos del Operador Nacional de Electricidad (Cenace).
Debido a un leve mejoramiento de la producción de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, se reducirá el tiempo de los cortes.
El Ministerio de Energía y Minas anunció que esta reducción será desde este viernes 4 de octubre del 2024.
Coca Codo Sinclair ha venido produciendo 900 megavatios diarios, una cifra superior a las expectativas previstas para esta semana.
Lluvias en la Sierra y Amazonía son al esperanza
A decir del Ministerio esto ha sido un factor determinante en la mejora de la oferta energética en el país.
El caudal del río Paute, en la provincia de Azuay, ha experimentado un aumento significativo, pasó de 46 mil litros por segundo a 58 mil litros por segundo.
Esto beneficia a la hidroeléctrica Mazar, cuya reserva de agua en el embalse ha subido tres metros, alcanzando los 2.119 metros sobre el nivel del mar.
Debido a eso la planta ha sido apagada temporalmente para conservar agua y aprovechar las lluvias.
A pesar del alivio que han traído las lluvias, la compensación de la energía no recibida de Colombia ha requerido un aumento en la producción termoeléctrica.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) incrementó la generación térmica de 1.520 a 1.800 megavatios.
Aquello se logró gracias a la recuperación de dos generadores de la central Trinitaria y la planta Enrique García, que generan 85 y 95 megavatios respectivamente.
Se espera que las lluvias mejoren en la Sierra y la Amazonía para de a poco superar la crisis energética.