Más de 40 adolescentes participan cada fin de semana en talleres gratuitos de danza afro en Plaza Guayarte, sector Urdesa, en Guayaquil, Ecuador, como parte de una iniciativa que busca alejarlos de la violencia, el consumo de drogas y el vandalismo. La actividad es organizada por la agrupación Afrodanza, con respaldo del Municipio de Guayaquil, y se desarrolla en un entorno seguro que promueve el desarrollo artístico y personal.
Una alternativa al riesgo social
Cada sábado y domingo, el primer piso de Guayarte se convierte en un punto de encuentro para jóvenes entre 12 y 18 años provenientes de sectores vulnerables. Allí practican movimientos rítmicos y técnicas de danza afro guiados por instructores capacitados.
La actividad tiene como objetivo ofrecer una alternativa a contextos conflictivos. Según los organizadores, el arte permite canalizar la energía de los jóvenes hacia metas constructivas, reforzando valores como la disciplina, el respeto y el trabajo en equipo.
Josue Cevallos, de 17 años, forma parte del grupo. Tiene claro su propósito: “Quiero ser Policía. Este espacio me ayuda a mantenerme lejos del peligro, de las drogas y la calle”, comentó.
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Padres y comunidad acompañan el proceso
Los entrenamientos son abiertos al público. Varios familiares asisten de forma regular para apoyar a sus hijos. Marlene Crow, madre de una participante de 13 años, resalta el ambiente que se genera durante las sesiones. “Aquí todos se comportan como familia. Estos espacios deberían replicarse más”, indicó.
Anel Mideros, de 15 años, recuerda que antes ensayaban en zonas peligrosas. “Ahora nos sentimos seguros. Este lugar tiene iluminación, seguridad y espacio suficiente para todos”, afirmó.
La agrupación Afrodanza ha logrado consolidar su presencia gracias a la acogida de los jóvenes y al respaldo institucional. Además, el grupo se ha presentado en eventos culturales y ferias municipales.
El arte como herramienta de prevención
La intervención de la danza en comunidades vulnerables no es nueva. Organismos internacionales, como la UNESCO, han destacado la importancia de las expresiones artísticas como herramientas para prevenir el delito y fortalecer la cohesión social.
En Guayaquil, el proyecto Afrodanza se inserta dentro de una política cultural más amplia que promueve el uso de espacios públicos para actividades comunitarias. Según voceros municipales, el objetivo es ampliar estas iniciativas a otros sectores de la ciudad.
Los instructores señalan que, más allá del baile, se cultivan relaciones de confianza. Esto impacta directamente en la autoestima y la proyección personal de los jóvenes. Gracias al respaldo del Municipio de Guayaquil, estos espacios se convierten en verdaderos refugios de talento y superación