El expresidente de Uruguay, José Mujica, falleció este martes 13 de mayo de 2025 a los 89 años, tras una larga batalla contra el cáncer de esófago, diagnosticado en abril de 2024. La enfermedad se extendió a su hígado, y en sus últimos días recibía cuidados paliativos en su chacra de Rincón del Cerro, Montevideo, donde vivía con su esposa, Lucía Topolansky. El presidente Yamandú Orsi confirmó la noticia en X: “Con profundo dolor, despedimos a nuestro compañero Pepe Mujica, un referente y conductor”. Sus cenizas se esparcirán junto a los restos de su perra Manuela.
José Mujica había expresado su deseo de ser cremado y que sus cenizas descansaran bajo una secuoya que él mismo plantó en su finca, junto a Manuela, su perra de tres patas que murió en 2018 tras 22 años de compañía. “Cuando me muera, me van a quemar y me van a enterrar ahí”, dijo Mujica en una entrevista con CNN. La mascota, conocida por su singularidad, fue una fiel compañera en la vida austera del exmandatario, quien rechazaba lujos y vivía de cultivar flores y criar gallinas.
José Mujica: Un legado de lucha y simplicidad
José Mujica, nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, fue un exguerrillero de los Tupamaros, encarcelado 14 años durante la dictadura uruguaya (1973-1985). Como presidente (2010-2015), impulsó leyes progresistas como la legalización del matrimonio igualitario. Asimismo, se aprobóel aborto y la marihuana, reduciendo la pobreza del 18% al 9.7%, según datos oficiales. Su vida sencilla, donando el 90% de su salario, lo convirtió en el “presidente más humilde del mundo”.
La muerte de Mujica generó conmoción global. Miles se reunieron en su finca para despedirlo, recordando su legado de humildad y resistencia. En redes sociales, usuarios lo describieron como un símbolo de la izquierda latinoamericana. Sus cenizas cumplirán su voluntad, descansando en el jardín que tanto amó, junto a Manuela, bajo el árbol que plantó con sus manos.