Israel ejecutó un ataque aéreo contra el cuartel general del Ejército de Siria en Damasco este miércoles 16 de julio. Lo hizo tras advertir que intensificaría sus bombardeos si las fuerzas gubernamentales sirias no se retiran de Sweida. Esa es una ciudad de mayoría drusa en el sur de Siria. El ataque, que dejó al menos dos heridos, responde a la escalada de enfrentamientos en la región, donde han muerto cerca de 260 personas en los últimos días.

El bombardeo, confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), apuntó a la entrada del cuartel general militar en la capital siria, según fuentes militares. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, señaló que el ataque busca proteger a la comunidad drusa. Se busca también garantizar la desmilitarización de la zona sur de Siria, ocupada por Israel desde 1967. Katz reiteró que los bombardeos continuarán si las tropas sirias no abandonan Sweida.

Ejército de Siria afectado por los bombardeos

El conflicto en Sweida comenzó el domingo con choques entre grupos drusos y beduinos, intensificados por la intervención de las fuerzas sirias el lunes para restablecer el orden. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, al menos 110 drusos, incluyendo cuatro niños, y 140 efectivos gubernamentales han muerto, junto con 18 milicianos beduinos.

Testigos y grupos drusos denunciaron abusos, saqueos y ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas sirias, lo que motivó la respuesta militar israelí. Israel, que mantiene una política de no permitir presencia militar siria cerca de su frontera, ha intensificado sus operaciones aéreas. Lo ha hecho en las provincias de Sweida y Deraa desde el domingo, con al menos 67 ataques en 2025, según medios sirios.

Hicieron un llamado a Estados Unidos e Israel

El gobierno de Damasco condenó la intervención israelí, prometiendo investigar los incidentes en Sweida y castigar a los responsables de la violencia sectaria. La comunidad drusa, una minoría religiosa con vínculos históricos con Israel, ha pedido apoyo internacional. El líder druso Hikmat al Hejri hizo un llamado a Estados Unidos e Israel para proteger a su comunidad. La Unión Europea y Francia instaron a respetar la soberanía siria y proteger a los civiles.

Este ataque marca una escalada en las tensiones entre Israel y el gobierno transicional sirio, liderado por Ahmed al Sharaa tras la caída de Bashar al Assad en diciembre de 2024, en un contexto de creciente inestabilidad regional.