La Universidad de Harvard presentó una demanda federal contra la Administración Trump por su reciente decisión de prohibir la matriculación de estudiantes extranjeros durante el año académico 2025-2026. La acción judicial fue interpuesta en un tribunal del distrito de Massachusetts, alegando que la medida es inconstitucional y viola derechos fundamentales como la Primera Enmienda y el debido proceso legal.
Detalles de la demanda de Harvard y argumentos leales
La demanda se dirige específicamente contra Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional; Todd Lyons, director en funciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE); Pam Bondi, fiscal general; y Marco Rubio, secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional en funciones. La universidad solicita la suspensión inmediata de la orden y su posterior anulación por inconstitucionalidad.
En el comunicado oficial emitido por la institución, Harvard subraya que ha cumplido estrictamente con las obligaciones legales en cuanto a información y documentación sobre estudiantes extranjeros. Sin embargo, la nueva normativa le exige entregar toda la información requerida en un plazo inferior a 72 horas para evitar la pérdida del certificado que permite la inscripción de estudiantes internacionales.
Impacto en la comunidad universitaria
La orden ejecutiva impide que Harvard reciba nuevos estudiantes extranjeros, lo que forzaría a trasladar a los alumnos aceptados a otras instituciones educativas o, en su defecto, dejaría a muchos en situación migratoria irregular. El presidente de la universidad, Alan Garber, calificó la medida como una acción “ilegal e injustificada” que pone en peligro el futuro académico de miles de estudiantes internacionales.
Garber también denunció que esta medida forma parte de una campaña más amplia del Gobierno contra instituciones que “no se alinean ideológicamente” con la administración, citando acusaciones públicas contra la universidad por supuestas actitudes “proterroristas” y “antisemitas” en el contexto del conflicto en Gaza.
«A todos los afectados por la medida de ayer: sois miembros vitales de nuestra comunidad, y os respaldaremos mientras hacemos todo lo posible para garantizar que Harvard sigue abierta al mundo», indicó Garber.
Tensiones entre la administración de Trump y centros educativos
Esta demanda se suma a una serie de tensiones entre la Administración Trump y centros educativos del país, en especial aquellos que han expresado posiciones críticas hacia la política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente o han dado espacio a voces pro palestinas. La Casa Blanca ha acusado a ciertas universidades de ser “caldos de cultivo para el antisemitismo”, argumento que ha sido rechazado por múltiples instituciones académicas y organizaciones civiles.
La administración anterior de Trump ya había enfrentado críticas por políticas restrictivas hacia estudiantes internacionales, como la propuesta de cancelar visas a quienes no asistieran a clases presenciales durante la pandemia, lo cual quedó bloqueado tras demandas de universidades como Harvard y MIT.
