El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, viajó a Ecuador para asistir a la ceremonia de posesión de Daniel Noboa el 24 de mayo. Notificó al Congreso colombiano que su visita duraría tres días, del 24 al 26 de mayo, para cumplir con reuniones de trabajo. Sin embargo, sus actividades posteriores a la investidura generaron controversia. Fuentes militares confirmaron a Teleamazonas que Petro pasó el fin de semana en una lujosa propiedad en Manta, provincia de Manabí.
Tras la ceremonia en la Asamblea Nacional, Petro mantuvo una reunión bilateral con Noboa. No obstante, su equipo de comunicación no divulgó más detalles sobre su agenda en Ecuador. Una fotografía del sábado 24 mostró al mandatario en el aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela, sugiriendo su regreso a Colombia. Contrariamente, las fuentes indicaron que permaneció en Manta, lo que desató especulaciones.
La falta de transparencia sobre sus actividades alimentó críticas en medios locales. Además, Petro protagonizó momentos incómodos durante su visita, generando tensiones diplomáticas. Su presencia en Ecuador, marcada por polémicas, dejó preguntas sobre los objetivos de su viaje.
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Gustavo Petro y la controversia en la investidura
Petro llegó a Quito a las 10h20, con retraso para la ceremonia que comenzó a las 11h00. Su entrada a la Asamblea Nacional, a las 11h08, evidenció descoordinación. Durante el evento, tuvo un desencuentro con Dina Boluarte, presidenta de Perú, quien lo ignoró, reflejando diferencias políticas. La imagen de este momento se viralizó rápidamente.
Cuatro minutos después de tomar asiento, Petro publicó un mensaje en su cuenta de X. En él, mencionó a la Gran Colombia y aludió a supuestos fraudes electorales en Ecuador y Venezuela. Este comentario buscaba justificar su asistencia a la posesión de Noboa, cuya victoria había cuestionado previamente. Nunca se retractó de sus afirmaciones.
Un mensaje con intenciones políticas
El mensaje de Petro en X incluyó un llamado a Noboa para liberar a “presos políticos”, como Jorge Glas, y establecer un diálogo nacional. También propuso articular fuerzas de defensa contra el crimen. Estas declaraciones, emitidas durante un acto protocolar, fueron vistas como una ofensa por sectores ecuatorianos. El gobierno de Ecuador no ha emitido comentarios oficiales al respecto.
Al salir de la Asamblea, Petro reiteró ante los medios que considera a Glas un preso político. Sus palabras profundizaron las críticas sobre su postura intervencionista. La falta de claridad sobre su agenda en Manta reforzó las percepciones negativas. La visita, lejos de fortalecer lazos, dejó un ambiente de incomodidad.
Silencio oficial
La opinión pública ecuatoriana calificó las acciones de Petro como un desaire al país. Su mensaje en X y sus declaraciones posteriores generaron rechazo en redes sociales. Mientras tanto, el gobierno ecuatoriano mantuvo silencio frente a las provocaciones. La estancia de Petro en Manta, no comunicada oficialmente, sigue generando polémica.