Guayaquil enfrenta un desafío constante: la acumulación de basura en sus calles. Cada día, el Municipio recoge 12 toneladas de desechos en puntos críticos, como la intersección de las calles 42 y Rosendo Avilés, en el suroeste de la ciudad.
En primer lugar, el programa de limpieza profunda ha intervenido 52 sectores conflictivos en 2025. Estas acciones han permitido retirar 551,25 toneladas de residuos sólidos no peligrosos, mejorando la imagen y la salubridad de la urbe.
Por su parte, la Dirección de Aseo Cantonal y Servicios Especiales (DACSE) supervisa las jornadas intensivas de limpieza. En el cuadrante entre las calles Venezuela y Francisco Segura, desde la 39 hasta la 42, la basura es un problema recurrente.
Además, la recolección se realiza los martes, jueves y sábados, entre las 10:00 y 11:00, con un refuerzo los domingos. Los desechos se trasladan al Complejo Ambiental Las Iguanas, garantizando un manejo adecuado de los residuos.
Sin embargo, la disposición indebida de basura persiste. Horacio Ortiz, morador del sector, señaló: “La gente viene a botar aquí. Pasa el camión recolector, pero luego vuelven a colocar basura”, evidenciando la necesidad de mayor conciencia ciudadana.
Municipio intensifica vigilancia de basura con cámaras
Por ello, el Municipio intensifica la vigilancia con cámaras en puntos críticos. Personal de Segura EP y la Dirección de Justicia y Vigilancia interviene para identificar a quienes arrojan residuos ilegalmente e iniciar procesos sancionatorios.
De esta manera, las autoridades buscan no solo limpiar, sino también prevenir. Las sanciones a quienes incumplen las normativas refuerzan el mensaje de responsabilidad compartida para mantener una ciudad ordenada y habitable.
Asimismo, el programa de limpieza profunda tiene un impacto significativo. La retirada de 551,25 toneladas de basura en seis meses refleja el compromiso del Municipio por recuperar espacios públicos y mejorar la calidad de vida.
Por otro lado, la acumulación de desechos en esquinas y calles afecta la imagen urbana. La intersección de las calles 42 y Rosendo Avilés es un ejemplo claro de los desafíos que enfrenta Guayaquil en la gestión de residuos.
Las jornadas intensivas de limpieza son esenciales. La empresa encargada de barrido, recolección y transporte trabaja bajo estricta supervisión para garantizar resultados visibles en los sectores más afectados de la ciudad.
A su vez, el Municipio promueve una ciudad más segura y limpia. Los operativos permanentes en zonas conflictivas buscan consolidar entornos saludables, fomentando el orgullo ciudadano y la colaboración de los moradores.
De igual forma, la vigilancia tecnológica es clave. Las cámaras instaladas en puntos críticos permiten monitorear y sancionar comportamientos irresponsables, fortaleciendo las estrategias para mantener el orden en Guayaquil.
El esfuerzo municipal va más allá de la recolección. La educación ciudadana y las sanciones buscan generar un cambio cultural para reducir la disposición indebida de basura en la ciudad.
El programa de limpieza profunda es un paso hacia una Guayaquil más habitable. La constancia en los operativos y la participación comunitaria serán fundamentales para sostener los resultados a largo plazo.
Con 12 toneladas diarias retiradas y un enfoque en vigilancia y educación, el Municipio apuesta por una ciudad más limpia, ordenada y saludable para todos sus habitantes.