La explosión que sacudió la Bahía de Guayaquil la noche del martes 3 de junio de 2025, dejando daños materiales en al menos cinco locales comerciales, no fue un hecho aislado. Para comerciantes y autoridades municipales, se trató de una crónica de inseguridad anunciada, cuyas advertencias no fueron escuchadas por las entidades responsables del orden público.
El alcalde Aquiles Álvarez fue enfático la mañana siguiente al atentado: “Hace unas semanas ya nos reunimos con comerciantes de La Bahía para abordar la creciente inseguridad, y advertimos oportunamente a las autoridades competentes sobre esta problemática”. Desde Segura EP, el Municipio colabora ahora con la Policía Nacional en las investigaciones, aunque el personero municipal recordó que estos hechos deben ser atendidos prioritariamente por el Gobierno Nacional, en el marco de sus competencias.
El plantón del 12 de mayo: un clamor que no fue escuchado
El 12 de mayo de 2025, comerciantes de la Bahía realizaron un plantón frente a la Gobernación del Guayas para exigir acciones inmediatas ante el incremento de extorsiones y amenazas en el sector. Uno de los dirigentes, Héctor Ortiz, presidente de la Asociación San Martín, denunció al portal Primicias en ese momento que “la semana pasada dejaron panfletos y nos amenazaron con activar explosivos”.
Las principales denuncias incluyeron:
-
Extorsiones constantes a comerciantes formales e informales.
-
Amenazas telefónicas con exigencias de pago bajo amenazas de violencia.
-
Presencia de panfletos intimidatorios dejados por presuntas bandas delictivas.
-
Reducción de actividad comercial por miedo y cierre de locales.
-
Abandono estatal y falta de reacción oportuna a los llamados de auxilio.
Ortiz relató que ante las amenazas, fueron los propios comerciantes quienes reactivaron un patrullero municipal: “Le pusimos batería, llantas, y hasta costeamos el almuerzo diario de tres policías que ahora cuidan 16 cuadras”.
La Bahía en crisis: comerciantes piden intervención real
Con más de 4.300 comerciantes legalizados, la Bahía es uno de los polos económicos más dinámicos de Guayaquil. Sin embargo, el deterioro en la seguridad ha impactado no solo las ventas, sino también la confianza de quienes laboran allí.
En la Bahía los comerciantes han señalado que los extorsionadores se han multiplicado, afectando incluso a la clientela. Ortiz recordó que durante la reunión de mayo con autoridades distritales, se prometió reforzar la seguridad con al menos 25 policías y establecer mesas de trabajo con representantes del sector comercial.
Hasta el momento, no se han evidenciado resultados tangibles.
Inseguridad ha escalado sin control
El atentado en la Bahía confirmó lo que los comerciantes venían alertando: la inseguridad ha escalado sin control. El alcalde Álvarez participó en el Consejo de Seguridad Nacional tras el ataque. Reiteró la disposición del Municipio para sumarse a cualquier plan que diseñe el Gobierno. Sin embargo, insistió en que es el Ejecutivo quien debe liderar la estrategia contra las bandas organizadas.
Mientras tanto, la ciudadanía continúa preocupada. La explosión de la noche del martes no solo destruyó cinco locales: dinamitó la confianza de un sector que ya vivía sitiado por el miedo. (36)
