La actriz ecuatoriana Emma Guerrero vive un momento lleno de ilusión y nerviosismo a pocas semanas de conocer a su segundo hijo, Ignacio. Con cesárea programada para el 27 de agosto, Emma disfruta de los últimos detalles de esta etapa, que llegó tras un duro golpe personal.
En septiembre del año pasado, Emma enfrentó la dolorosa pérdida de un embarazo que ya estaba entrando al tercer mes. Fue un episodio que marcó a la actriz y a su esposo, Fernando Zúñiga. Pese a la tristeza, Emma continuó trabajando en las grabaciones de la serie Los García, donde interpreta a Lola, una secretaria con un toque de humor picante.
“Pensé en hablar con los productores para retirarme de la serie porque no podía ocultar la pancita… pero lo perdí. Dios sabe cómo hace las cosas, porque dos meses después quedé embarazada de nuevo y no lo sabía”, contó Emma.
“Ignacio tendrá un nombre con carácter” -Emma Guerrero
Emma explica que eligió para su bebé el nombre Ignacio porque le parece fuerte, con personalidad y fuera de lo común hoy en día, cuando predominan los nombres cortos. “Creo que cuando cumpla 15 años me lo va a agradecer. Siento que suena ‘old money’, elegante y con carácter”, comentó entre risas.
Su hija mayor, Luciana, de cuatro años, será la encargada de estrenar el título de hermana mayor en la familia.
Embarazo con reposo y antojos curiosos
El camino hacia la maternidad nuevamente no ha sido del todo fácil. Emma explica que Ignacio se ha dado dos vueltas con el cordón umbilical, lo que la obligó a mantener reposo absoluto. Además, ha experimentado la pérdida de líquido amniótico, algo que también vivió durante su embarazo anterior.
Pero no todo ha sido preocupación: el embarazo le trajo antojos muy curiosos. Primero, mariscos como concha, calamar y cangrejos, que no solía comer con frecuencia. Después, sabores más “de estadio”: mortadela con limón, maní con limón… “Creo que desde ya va a ser barcelonista y le gustará el fútbol de ley”, comentó Emma divertida.
Señales del destino
Emma cuenta que tras la pérdida, su menstruación no llegaba, pero pensaba que era por los cambios hormonales. Fue su hija Luciana quien, casi como un presentimiento, repetía: “Pancita de bebé”. Ese gesto la llevó a hacerse una prueba de sangre que confirmó la noticia a mediados de enero.
“Cuando Luciana decía ‘pancita de bebé’ yo pensaba que era juego, pero algo intuía. Y tenía razón”, recuerda Emma.
Emma puso un alto para enfocarse en la familia
Este embarazo también le hizo poner pausa a proyectos que ya tenía planificados para este año, como viajes junto al presentador Eduardo Andrade para crear contenido turístico. “El embarazo no deja de ser una condición, así que he tenido que parar en algunas cosas”, explicó.
Pero Emma no lo ve como una renuncia definitiva, sino como una pausa necesaria. “El próximo año regreso con todo. Este 2025 quiero cerrar enfocada en mi familia”, aseguró.
Con la llegada de Ignacio, la actriz siente que cierra un ciclo. “Si todo sale bien, cierro fábrica. Ha sido bonito, pero me quedo ahí. Lo bueno es que no hubo mucha diferencia de edad entre un embarazo y otro”, concluyó.
Emma Guerrero afronta este nuevo capítulo con esperanza, agradecida de poder volver a ser madre tras haber pasado por momentos difíciles. Ahora solo cuenta los días para ver la carita de Ignacio, su “bebé arcoíris”.