Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció que reducirá “a cero” las exportaciones de petróleo de Irán. Señaló también que llevará a Irán a la bancarrota si no rechaza un nuevo acuerdo nuclear. En un discurso, Trump ofreció al liderazgo iraní un “camino nuevo” hacia un futuro más estable, pero advirtió que la oferta tiene un límite de tiempo y que, de no aceptarse, aplicará “máxima presión” económica.
Durante su intervención, Trump expresó su disposición a negociar un acuerdo que, según él, haría “más segura” la región y el mundo. “Si puedo llegar a un acuerdo con Irán, estaré muy contento”, afirmó Donald Trump, destacando su intención de superar diferencias profundas con Teherán. Sin embargo, advirtió que si Irán continúa “atacando a sus vecinos”, EE.UU. no tendrá más opción que intensificar sanciones.
Donald Trump le dio un ultimátum a Irán
Para ello se replicará la estrategia de su primer mandato, cuando redujo significativamente las ventas de crudo iraní. “Esta es una oferta que no durará para siempre. Ahora es el momento para que elijan”, enfatizó Trump, dirigiéndose directamente al liderazgo iraní. La declaración se produce en el contexto de tensiones persistentes entre Washington y Teherán.
Esto tras el colapso del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA) en 2018, cuando EE.UU. se retiró unilateralmente bajo la primera administración de Trump. Desde entonces, Irán ha incrementado su enriquecimiento de uranio, generando preocupación en Occidente.
El discurso en Riad, pronunciado durante una visita oficial a Arabia Saudita, aliado clave de EE.UU. en la región, refuerza la postura de confrontación de Donad Trump hacia Irán. Arabia Saudita, rival histórico de Teherán, ha respaldado las sanciones estadounidenses, que buscan limitar la influencia iraní en Oriente Medio. Trump reiteró su historial de buscar “nuevas alianzas” y poner fin a conflictos, citando su experiencia en negociaciones internacionales.
Hace algunos años ya hubo una sanción a Irán
El contexto regional es crítico. Irán enfrenta sanciones económicas que han debilitado su economía, con una moneda devaluada y restricciones en el comercio de petróleo, su principal fuente de ingresos. A pesar de ello, Teherán ha mantenido una postura desafiante, exigiendo el levantamiento total de sanciones antes de retomar las negociaciones nucleares. Las tensiones se han agudizado por enfrentamientos indirectos entre Irán y aliados de EE.UU., como Israel, en países como Siria y Líbano.
La estrategia de “máxima presión” de Trump durante su primer mandato (2017-2021) redujo las exportaciones iraníes de petróleo. Estas pasaron de 2,5 millones de barriles diarios a menos de 300 mil, según datos de la Agencia Internacional de Energía. Sin embargo, Irán ha diversificado sus mercados, especialmente hacia China, lo que ha mitigado parcialmente el impacto.
La Casa Blanca no ha detallado los términos del posible acuerdo nuclear propuesto, pero Trump insistió en que ofrecería a Irán un “futuro más esperanzador”. La comunidad internacional, incluida la Unión Europea, sigue abogando por la diplomacia para evitar una escalada. Por ahora, la respuesta de Teherán a la oferta de Trump permanece incierta.