La principal disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocida como Estado Mayor Central (EMC), reivindicó este viernes 13 de junio los ataques coordinados del 10 de junio del 2025, que causaron siete muertes y 28 heridos en Cali y poblados cercanos. En un video enviado a periodistas, el comandante Marlon Vásquez asumió la responsabilidad de los atentados. Estos incluyeron disparos, coches bomba y drones, en conmemoración de los 61 años de fundación de las FARC, como respuesta a la presión militar del gobierno.
Los ataques, que dejaron dos policías y cinco civiles fallecidos, ocurrieron en el Valle del Cauca y Cauca. Según la policía, que reportó 24 incidentes, mientras los disidentes afirmaron haber perpetrado 40. Las autoridades confirmaron que los atentados incluyeron explosiones en estaciones de policía, peajes y vías. Además de acciones con francotiradores y drones en Cali, Buenaventura, Palmira y otros municipios. El Ministerio de Defensa atribuyó los hechos a una reacción del EMC, liderado por alias “Iván Mordisco”, ante operaciones militares en zonas como el Cañón del Micay.
La peor crisis de seguridad
Colombia enfrenta su peor crisis de seguridad en una década, agravada por el atentado del sábado 7 de junio contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, de 39 años, quien permanece en estado crítico tras ser baleado en Bogotá por un presunto sicario de 15 años, actualmente detenido. El presidente Gustavo Petro señaló que se investiga una posible conexión entre el ataque a Uribe y el EMC. Una hipótesis que los disidentes negaron, calificándolo como un “autoatentado” de la derecha. El gobierno insiste en que los recientes episodios de violencia forman parte de un plan para desestabilizar el país.
La escalada de violencia ha generado condenas de autoridades locales. El alcalde de Cali, Alejandro Eder, calificó los atentados como una “ola terrorista”. Mientras la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, pidió un consejo de seguridad urgente. La policía frustró un posible atentado en Palmira al desactivar cilindros explosivos con emblemas de las FARC cerca del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
Acuerdo de paz de 2016
La violencia en el suroccidente colombiano reaviva los temores de un retorno al narcoterrorismo de décadas pasadas. Las autoridades han reforzado la presencia militar en Cauca y Valle del Cauca. Sin embargo, la capacidad del EMC para coordinar ataques simultáneos evidencia los desafíos para restablecer la seguridad. La investigación sobre el atentado a Uribe y los ataques del EMC continúa, mientras el país espera medidas concretas para frenar la crisis.