Las tarjetas de crédito son una herramienta financiera clave para pagos, emergencias o necesidades inmediatas, pero su mal uso puede generar deudas significativas. Con un manejo responsable, es posible aprovechar sus beneficios sin comprometer la estabilidad económica.
Un manejo adecuado comienza con la elaboración de un presupuesto que incluya los pagos de la tarjeta, priorizando siempre cubrir más del mínimo para evitar intereses acumulados. Según el economista Patricio Hernández, cree que el 40% de los usuarios de tarjetas de crédito solo pagan el mínimo. Esto ha hecho que se prolonguen sus deudas y eleven los costos por intereses. Para evitar esto, recomienda diferenciar los gastos de emergencia de los impulsivos y no usar la tarjeta para pagar otros préstamos, ya que esto incrementa el endeudamiento.
A tener en cuenta
Otro aspecto clave es mantener los consumos por debajo del 30% del límite de crédito. Por ejemplo, si una tarjeta tiene un cupo de $1000, lo ideal es no gastar más de $300. Esto proporciona un margen para imprevistos y facilita el pago del estado de cuenta. Además, monitorear los gastos semanalmente, ya sea mediante una aplicación bancaria o un registro manual, permite identificar patrones de consumo, ajustar el presupuesto y evitar sorpresas al cierre del mes.
Los usuarios deben conocer su capacidad de endeudamiento, que no debería superar el 50% de sus ingresos mensuales. Esto asegura que los pagos de la tarjeta no comprometan otras necesidades básicas. Asimismo, pagar puntualmente es crucial para mantener un historial crediticio sólido, lo que puede facilitar el acceso a mejores condiciones de crédito en el futuro, como un aumento en el límite de la tarjeta o préstamos con tasas favorables.
Otras opciones para pagar con tarjeta de crédito
Para gastos recurrentes, como servicios básicos, pensiones escolares o suscripciones, las tarjetas de crédito son una opción práctica, siempre que se planifiquen con anticipación. También es útil prever gastos anuales importantes, como mantenimiento de vehículos o viajes, para distribuir el impacto en el presupuesto.
En caso de dificultades económicas, los expertos aconsejan acudir al banco de inmediato para explorar opciones como la refinanciación de la deuda, evitando así problemas legales o penalizaciones. Pagar el total del estado de cuenta es lo ideal para evitar intereses, pero si no es posible, duplicar el pago mínimo puede reducir significativamente el tiempo de la deuda y los costos asociados.
Estrategias y mucha disciplina para hacer los pagos
La disciplina en los pagos, tanto corrientes como diferidos, y la proyección de gastos son esenciales para no desfinanciarse. Un buen manejo de las tarjetas de crédito no solo protege las finanzas personales, sino que también fortalece la reputación bancaria. Esto puede traducirse en beneficios a largo plazo, como mayor acceso a productos financieros.
Adoptar estrategias como la regla del 50/30/20 (50% para necesidades básicas, 30% para deseos, 20% para ahorros o deudas) ayuda a integrar los pagos de la tarjeta en un plan financiero equilibrado. Con estas prácticas, los usuarios pueden aprovechar los beneficios de las tarjetas de crédito. Esto, como la flexibilidad en los pagos o los programas de recompensas, sin caer en el endeudamiento excesivo. Un uso responsable garantiza que esta herramienta sea un aliado para las finanzas, en lugar de un obstáculo.