En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se conmemora cada 28 de mayo, expertos y organizaciones destacan la necesidad de garantizar acceso a servicios de salud integrales para prevenir y tratar enfermedades que afectan a las mujeres ecuatorianas, como el cáncer cervicouterino, que registra más de 1,700 casos anuales. La prevención, el diagnóstico temprano y la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) son estrategias clave para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida.
La doctora Andrea Cevallos, ginecóloga y obstetra asesora de FEMSA Salud, señala que la salud femenina abarca necesidades específicas según la etapa de vida. En la adolescencia, se prioriza la educación sexual y las primeras consultas ginecológicas. En la edad reproductiva, el monitoreo del ciclo menstrual y el acceso a anticonceptivos. Mientras que en la menopausia, la prevención de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. “Una buena salud se basa en higiene íntima, alimentación equilibrada, actividad física y chequeos periódicos”, afirma.
Cáncer cervicouterino: Una amenaza persistente
El cáncer cervicouterino, relacionado en la mayoría de los casos con el VPH, es una de las principales causas de muerte por cáncer entre mujeres ecuatorianas. Según el Ministerio de Salud Pública, entre 2015 y 2020 se diagnosticaron más de 10,000 casos, con 2,735 defunciones, y en 2022 se reportaron 1,792 casos nuevos y 939 fallecimientos, con una tasa de mortalidad superior al 52%. El VPH, una infección de transmisión sexual muchas veces asintomática, puede generar lesiones precancerosas si no se detecta a tiempo.
La vacunación contra el VPH es la estrategia más efectiva para prevenir esta enfermedad. Cevallos recomienda la vacuna nonavalente, que protege contra nueve cepas del virus, incluidas las de mayor riesgo oncogénico. Idealmente, debe aplicarse entre los 9 y 14 años, con dos dosis para menores de 15 años y tres para mayores o personas inmunodeprimidas. La vacuna es segura, con efectos secundarios leves, y no afecta la fertilidad. Incluir a hombres jóvenes en los programas de vacunación es clave, ya que también son portadores del virus y están en riesgo de ciertos cánceres.
Enfermedades comunes y prevención
Además del cáncer cervicouterino y de mama, las mujeres enfrentan infecciones ginecológicas como vaginitis e infecciones urinarias. Así como enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y osteoporosis. Estas requieren seguimiento constante para evitar complicaciones. Cevallos subraya que pruebas como el Papanicolaou y la detección de VPH, junto con el uso correcto del preservativo y un estilo de vida saludable, son esenciales para la prevención.