Las calles de varias ciudades de Bolivia se convirtieron este miércoles 11 de junio del 2025 en escenarios de caos, con largas filas para conseguir alimentos básicos y enfrentamientos violentos, mientras bloqueos de carreteras impulsados por seguidores del expresidente Evo Morales agravan una crisis de desabastecimiento. Estas protestas, que buscan presionar por la habilitación de Morales para las elecciones del 17 de agosto pese a su inhabilitación constitucional, han paralizado el transporte de mercancías y generado tensiones sociales en un país ya afectado por una severa crisis económica.
En La Paz, la situación escaló cuando una multitud agredió al viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, durante una inspección en un punto de venta de pollo. La demora en la entrega del producto desató la furia de los ciudadanos, quienes lo increparon y atacaron con verduras. Silva atribuyó el retraso a una “falta de coordinación” con dirigentes locales, pero sus explicaciones no calmaron los ánimos, y tuvo que retirarse bajo custodia. Este incidente refleja el creciente descontento en un contexto de escasez de alimentos, combustible y dólares.
Escasez y desesperación en las calles de Bolivia
En varias ciudades, las filas para adquirir productos básicos como pollo, aceite y azúcar se han multiplicado. En tiendas de la estatal Emapa, el desabastecimiento ha generado aglomeraciones y enfrentamientos entre ciudadanos. Sonia Chura, una compradora en La Paz, expresó su frustración a EFE: “Estamos peleándonos entre bolivianos por un pollo. ¿Cómo mantenemos a nuestros hijos?”. Angélica Apaza, trabajadora doméstica, relató que madrugó para conseguir dos litros de aceite y luego se unió a otra fila por pollo. Rosa Copa, otra vecina, señaló que la falta de transporte, derivada de la escasez de combustible, le impide llegar a los puntos de venta.
La crisis económica, que se arrastra desde 2023, ha exacerbado la situación. Bolivia cerró el primer cuatrimestre de 2024 con una inflación acumulada del 5,95%, tras registrar un 9,97% en 2023, la más alta en 15 años. La escasez de dólares ha generado un mercado paralelo con un tipo de cambio superior al oficial de 6,96 bolivianos, encareciendo productos importados como medicamentos y artículos de limpieza. La falta de gasolina y diésel, además, ha provocado filas kilométricas en estaciones de servicio, afectando a transportistas y comerciantes.
Bloqueos y violencia
Los bloqueos de carreteras, iniciados hace diez días por simpatizantes de Evo Morales, han interrumpido el flujo de alimentos y combustibles, especialmente en el corredor entre La Paz y Cochabamba. La Administradora Boliviana de Carreteras reportó 21 puntos de bloqueo en Cochabamba, Oruro, Potosí y Santa Cruz. En Parotani, cerca de Cochabamba, la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes, dejando varios heridos, incluido un agente con una lesión grave. En Llallagua, Potosí, enfrentamientos entre manifestantes y residentes dejaron 17 heridos el martes, mientras que el miércoles un policía murió y otro resultó herido en un ataque en la misma localidad, según el viceministro del Interior, Jhonny Aguilera.
El presidente Luis Arce ordenó a la Policía y las Fuerzas Armadas desbloquear las rutas, calificando las acciones de los manifestantes como un “crimen de traición”. En un mensaje televisado, afirmó: “No permitiremos que intereses personales afecten la economía del pueblo”. Sin embargo, Morales acusó al gobierno de reprimir las protestas y advirtió sobre una posible “rebelión nacional” en declaraciones a la emisora Kawsachun Coca.
La crisis refleja la ruptura en el Movimiento al Socialismo (MAS), liderado históricamente por Morales y Arce. Morales, quien gobernó de 2006 a 2019, insiste en postularse pese a la prohibición del Tribunal Constitucional Plurinacional, que limita la reelección a dos mandatos. Su inhabilitación y la falta de un partido inscrito lo excluyeron de la carrera electoral, desencadenando las movilizaciones. Arce, por su parte, enfrenta críticas por la gestión económica y ha denunciado que los bloqueos buscan “cercar La Paz para rendirla con hambre”. El Ministerio Público investiga a Morales por cargos de terrorismo, basados en un audio donde supuestamente ordena bloquear la capital, acusaciones que él rechaza como persecución política.
Impacto económico y social
Los bloqueos han causado pérdidas económicas superiores a los $1,700 millones en 17 días, según Arce. La interrupción del transporte ha disparado los precios de alimentos y generado desabastecimiento en mercados urbanos. Comerciantes y transportistas han iniciado protestas contra el gobierno, exigiendo soluciones. La combinación de inflación, escasez de combustibles y parálisis logística amenaza con profundizar la inestabilidad a solo dos meses de las elecciones.
El Fondo Monetario Internacional advirtió en mayo de 2025 sobre los “graves desequilibrios” en la economía de Bolivia, señalando la dependencia de importaciones y la falta de medidas estructurales. Mientras las autoridades buscan restablecer el orden, la población exige respuestas concretas ante una crisis que pone en riesgo su bienestar diario.