Las inundaciones provocadas por intensas lluvias y el desbordamiento del río en la parroquia La Unión, Atacames, han dejado pérdidas agrícolas estimadas en un millón de dólares, afectando a más de 200 familias. Alrededor de 80 hectáreas de cultivos, principalmente de cacao, han sido destruidas, y los agricultores exigen apoyo urgente del Gobierno Nacional para recuperar sus medios de vida. 

Daños agrícolas y económicos de gran magnitud

Las fuertes lluvias registradas en los últimos días en Atacames, han causado una de las peores inundaciones en la parroquia La Unión en años recientes. Según estimaciones de las autoridades locales, los daños en el sector agrícola ascienden a un millón de dólares, con cultivos de cacao, plátano y otras especies completamente arrasados. Más de 200 familias, en su mayoría pequeños y medianos agricultores, han perdido sus principales fuentes de ingreso. 

Jimmie Robinson, presidente de la Junta Parroquial de La Unión, comparó la magnitud de esta catástrofe con las inundaciones de 2016, que hasta ahora eran consideradas las más devastadoras en la región. Además de los cultivos, las vías rurales han sufrido daños significativos, afectando el acceso a comunidades como Las Luchas, Las Brisas y Pasone, lo que complica la distribución de ayuda y la recuperación de las zonas afectadas.

Demanda de acción gubernamental tras inundaciones

Las autoridades locales han expresado su preocupación por la falta de respuesta de las autoridades. Los agricultores afectados esperan que la Secretaría de Gestión de Riesgos realice los informes técnicos necesarios para que el Gobierno Nacional active programas de ayuda, como créditos para la reactivación productiva, asistencia alimentaria y la reconstrucción de infraestructura dañada.

La falta de recursos ha generado críticas en los habitantes. Hasta el momento, las familias afectadas dependen de donaciones y esfuerzos comunitarios para enfrentar la emergencia, pero estos no cubren la magnitud de las necesidades.

Riesgos para la seguridad alimentaria

Las inundaciones también han puesto en riesgo la seguridad alimentaria de las familias rurales que dependen de la agricultura de subsistencia. La ausencia de un sistema de drenaje adecuado y la deforestación en las zonas cercanas al río han sido señaladas como agravantes. Los pobladores exigen la implementación de obras de mitigación, como sistemas de drenaje y reforestación, para prevenir desastres similares en futuras temporadas de lluvias.

Organizaciones locales han iniciado campañas para recolectar alimentos y recursos, pero la magnitud del desastre requiere una intervención coordinada a nivel nacional. Mientras tanto, los agricultores de La Unión esperan que las autoridades cumplan con las promesas de apoyo para recuperar sus cultivos. Además de poder evitar una crisis económica y social más profunda en la región.

Antecedentes de inundaciones

Atacames, es una región históricamente vulnerable a inundaciones debido a su ubicación geográfica y la falta de infraestructura adecuada para el manejo de aguas. En 2016, la parroquia La Unión enfrentó un desastre similar que dejó pérdidas millonarias y miles de afectados. La economía local depende en gran medida de la agricultura, especialmente del cacao, un cultivo clave para la exportación. Además de ser parte primordial para el sustento de las familias rurales.